«Ese grito de auxilio que sale de Gaza»

Àngels Barceló está a un centenares de metros de la valla que encierra a los gazatíes: «Una carretera que corre paralela a esa valla, una carretera que se puede recorrer ignorando, si uno quiere, lo que pasa al otro lado de la ventanilla de su coche. Y eso es terrible. Ese grito de auxilio que sale de Gaza y que nadie escucha, en Israel es evidente que no, pero tampoco se escucha ni remueve allí desde donde deberían decidirse las acciones que obligarán a Netanyahu a parar el genocidio». 

«Parece que dan igual las imágenes, las palabras, los testimonios de las ONG que reconocen no haber visto nunca nada parecido a lo que Israel está haciendo con la población palestina. A nadie pareció conmover que en la mismísima sede de la ONU, hace tres meses, el embajador palestino, Riad Mansour, rompiera a llorar pidiendo parar la masacre, preguntándose si a nadie importan los niños palestinos».