Si algo define por encima de todo a Lara Dibildos (53 años), es su gran vocación como madre. La hija de la querida Laura Valenzuela siempre encuentra en sus vástagos, Fran y Álvaro, su ancla y refugio, su única ocupación y preocupación más allá de la vida, del amor y del trabajo.

Por esto, cuando en el año 2016 el hijo mayor de Lara, Fran Murcia Dibildos (27), decidió partir hacia Estados Unidos, tras conseguir una beca en una universidad de Filadelfia para jugar al baloncesto, comenzó a experimentar el síndrome del nido vacío.

Una sensación que se intensificó cuando Álvaro, el menor, también hizo las maletas. Ha sido duro como madre, pero el orgullo y el amor gana, y Lara está feliz de ver a sus hijos realizados. Este verano, según contrasta EL ESPAÑOL, ha sido especialmente feliz para Dibildos.

Lara Dibildos ha concedido una entrevista a EL ESPAÑOL cuando están a punto de cumplirse dos años del fallecimiento de su madre.

Lara Dibildos con su hijo Fran, nacido de su matrimonio con el exjugador de baloncesto Fran Murcia.

Lara Dibildos con su hijo Fran, nacido de su matrimonio con el exjugador de baloncesto Fran Murcia.

Gtres

Fran acaba de cumplir 27 años y lo ha celebrado en casa, en su tierra, con su familia y amigos. Han sido semanas de fiesta, de reencuentros, de abrazos y también de despedidas: en cuestión de días el primogénito de la actriz vuelve a Estados Unidos.

Se le acaban las vacaciones y retoma su vida profesional allende los mares. Allí, Fran ha encontrado su lugar en el mundo. Lejos del foco mediático que rodeó a sus padres, el joven vive desde hace años en Estados Unidos. Y en ese cruce de caminos, Fran ha aprendido a ser él mismo.

Fue en 2016 cuando Fran, con apenas 18 años, hizo las maletas rumbo a Filadelfia tras conseguir una beca universitaria para jugar al baloncesto. Su altura -más de dos metros- y su talento heredado lo convirtieron en una promesa del deporte, siguiendo los pasos de su padre.

«Hoy hace una semana que despedí a mi hijo en el aeropuerto feliz y orgullosa«, escribió entonces Lara Dibildos, emocionada por el salto que daba su primogénito.

Durante años, Fran compaginó estudios y entrenamientos, y aunque la pandemia truncó parte de su recorrido deportivo, logró reinventarse. Hoy sigue vinculado al baloncesto, pero sin la presión de la competición profesional.

Lo que ha ganado es libertad. Y con ella, ha florecido otra de sus grandes pasiones: la música. Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, Fran Murcia ha comenzado a dar sus primeros pasos como productor musical.

Lara Dibildos junto a su hijo Fran, en una imagen de sus redes.

Lara Dibildos junto a su hijo Fran, en una imagen de sus redes.

Junto a un grupo de amigos en Estados Unidos, ha montado un pequeño estudio casero donde experimenta con sonidos, ritmos y mezclas.

Su estilo se mueve entre el R&B, el lo-fi y la electrónica ambiental, y aunque aún no ha lanzado ningún proyecto oficial, sus sesiones circulan en círculos privados y plataformas emergentes.

La música, para Fran, es sólo un hobby, pero que desarrolla con pasión. En sus redes sociales, apenas hay publicaciones, pero sí pistas: playlists, referencias a artistas como James Blake o Bon Iver, y alguna imagen en estudio.

Este periódico se ha puesto en contacto con Lara Dibildos. Orgullosa madre, confirma esta pasión ‘oculta’ de su hijo al tiempo que aclara: «Fran lo estudió y con amigos suyos cantantes ha hecho cositas, pero en plan hobby. De momento, no se dedica a ello ni ha hecho nada profesional«.

Fran y su vínculo con Valenzuela

A pesar de la distancia, Fran ha mantenido siempre una relación estrecha con su familia. Especialmente con su abuela, la legendaria presentadora Laura Valenzuela, fallecida en marzo de 2023.

Fran, que vivía en Estados Unidos, no dudó en viajar a España para despedirse de ella. «Fue un niño muy unido a Laura«, ha confesado Lara Dibildos en varias entrevistas. «Ella lo adoraba, y él la tenía como referente de ternura y fortaleza«.

Aunque Laura Valenzuela siempre mantuvo un perfil discreto en lo personal, en entrevistas y encuentros públicos no ocultaba su admiración por Fran.

«Es un niño maravilloso, educado y muy cariñoso«, llegó a decir en una conversación con periodistas durante su 85 cumpleaños, celebrado en familia. En aquella ocasión, posó sonriente junto a su nieto, dejando claro que el vínculo entre ambos era profundo y especial.

La pérdida de su abuela fue dura para Fran. Desde entonces, ha intensificado sus visitas a España, especialmente en verano, cuando se reúne con su madre, su hermano Álvaro y el resto de la familia.