Novak Djokovic sigue ganando batallas en el US Open. A sus 38 años, ‘Nole’ ha conseguido llegar a los cuartos de final de todos los Grand Slams de esta temporada, en esta ocasión el pase a cuartos lo ha conseguido gracias a una contundente victoria por 6-3, 6-3 y 6-2 ante el tenista alemán Jan-Lennard Struff.

Sin embargo, este triunfo llega con un sabor agridulce y Novak tendrá que pagar un precio para seguir avanzando en el torneo: su partido de cuartos de final cae el mismo día del octavo cumpleaños de su hija Tara. Al inicio del Abierto de Estados Unidos ya pudimos ver al serbio preocupado ante la posibilidad de perderse el cumpleaños de su hija pequeña si avanzaba hasta los cuartos de final del Grand Slam.

«Tengo claras mis prioridades en la vida y la familia es lo primero, por lo que me gusta estar con ellos en las fechas importantesNo estaré en el cumpleaños de mi hija si me va bien aquí. Espero no tener que perdérmelo otra vez», afirmó en sus primeros partidos Djokovic.

El tenista se mostró muy contundente sobre no querer volver a pasar por ese mal trago. Djokovic apuntó que se ha «ganado el derecho de elegir» dónde juega, tal y como sucedió con sus bajas en los Masters 1.000 de Toronto y Cincinnati para darse un respiro y poder pasar más tiempo con su familia.

Aunque parece ser que no ha tenido suerte, y sí tendrá que ausentarse de un día tan especial para su hija. «Desde un principio sabíamos que esto podía suceder, así que ella no estará muy contenta, al final estaré ausente en su fiesta de cumpleaños. No me recordéis estas cosas, por favor (risas)», comentó Djokovic, el único miembro del ‘Big three’ que sigue aún con la raqueta en la mano.

VICTORIA COMO REGALO

El tenista, que busca con hacerse con su Grand Slam número 25 en el US Open, tiene claro que para compensar su ausencia tendrá que traer victorias a casa en forma de regalo. «Intentaré ganar, ya que estoy aquí. Voy a intentar ganar y que este sea su regalo. Le enviaré otros regalos también, claro, alguna sorpresa de cumpleaños. Esperemos que una victoria pueda ser algo con lo que ella esté contenta, aunque hay una gran diferencia entre un papá presente y un papá a distancia. Lo sé, pero es lo que toca este año”, comentó el de Belgrado.

En esta ocasión, ni su hija Tara, de siete años, ni su hijo Stefan de 11, le han podido acompañar en el US Open, como lo hicieron de principio a fin en Wimbledon. Ahora, su próximo partido tendrá lugar mañana ante Taylor Fritz, mientras cada vez más se acerca una posible semifinal contra el número dos del mundo, Carlos Alcaraz, no obstante, Djokovic dijo que no estaba mirando más allá y que «hay que jugar partido a partido».