Científicos de diversos centros europeos han descubierto un virus bacteriófago con actividad frente a muestras clínicas de Pseudomonas (P.) aeruginosa, incluyendo las productoras de metalo-beta-lactamasas (MBLs), consideradas resistentes a múltiples fármacos. En ratones con infección en el tejido muscular, la administración intraperitoneal del virus, en combinación con amikacina, redujo significativamente …

Científicos de diversos centros europeos han descubierto un virus bacteriófago con actividad frente a muestras clínicas de Pseudomonas (P.) aeruginosa, incluyendo las productoras de metalo-beta-lactamasas (MBLs), consideradas resistentes a múltiples fármacos. En ratones con infección en el tejido muscular, la administración intraperitoneal del virus, en combinación con amikacina, redujo significativamente la carga bacteriana, con mayor efectividad que cada monoterapia por separado. En el análisis farmacocinético los investigadores constataron que el virus se distribuye principalmente por los órganos bien irrigados, tales como el bazo, hígado, riñón y pulmones, a excepción del cerebro, posiblemente debido a la acción protectora de la barrera hematoencefálica. 

Así lo afirma Joseph Meletiadis, científico del Hospital Universitario Attikon y director del estudio, quien prosigue indicando que las cepas de P. aeruginosa productoras de MBLs representan una subpoblación bacteriana especialmente preocupante, dada su resistencia los tratamientos de combinación, tales como ceftolozano-tazobactam, ceftazidime-avibactam y meropenem-vaborbactam. Los bacteriófagos gigantes, distinguidos por un genoma superior a las 200 kilobases, ofrecen una potencial alternativa terapéutica, dadas sus singulares características. 

En efecto, prosigue Meletiadis, estos virus presentan una baja susceptibilidad a los mecanismos de defensa basados en la degradación del ADN y ya han sido utilizados en preparaciones comerciales. Sin embargo, hasta ahora apenas existía evidencia de su actividad sobre cepas productoras de MBLs, asegura el investigador. Meletiadis concluye señalando que este nuevo virus es exclusivamente lítico, rasgo considerado genómicamente seguro para aplicaciones terapéuticas, presentando además una corta fase de latencia y rápida proliferación.


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