Tristan Da Silva ha hecho sangre de la horrible defensa de Gran Bretaña. (@FIBABASKETBALL)
Nadie esperaba que Gran Bretaña fuese a ser la revelación del Eurobasket 2025, pero cuando una selección tan floja destaca por lo negativo, uno se ríe por no llorar. El periplo de los entrenados por Marc Steutel terminará en un par de días, cuando jueguen contra Montenegro, otro de los seleccionados más flojos del torneo, pero al que al menos sigue en la pelea por meterse en octavos de final, y menos mal, porque después de caer por ¡63 puntos de diferencia! frente a Alemania 120-57, pocas ganas le quedan a uno de seguir jugando.
Ciertamente, Alemania es una de las favoritas a ganar el oro en este Eurobasket, sobre todo ahora que Serbia ha perdido a Bogdan Bogdanovic por lo que resta de torneo por culpa de una lesión muscular. No obstante, ya ¡antes! de contabilizar la paliza encajada frente a la escuadra germana, los británicos han contado por abultadas derrotas sus tres duelos anteriores, con una diferencia media de 24 puntos.
Su partido más ajustado fue una derrota por 59-78 ante Suecia, casi un encuentro de infarto después del 109-79 encajado ante Finlandia, con Lauri Markkanen yéndose a los 43 puntos para delirio de la gente que abarrotaba el Tampere Deck Arena de la localidad finesa de Tampere, y el 70-94 recibido en el encuentro inaugural del Eurobasket frente a Lituania, un seleccionado que compensó con 23 rebotes en ataque y multitud de canastas fáciles en transición su horroroso 2 de 19 en triples.
Después de tres partidos tan horrendos, con la única salvedad de la primera mitad frente a Suecia, hasta que el 17-26 del tercer acto rompiera cualquier opción de partido competido hasta el final, el duelo de este lunes frente a Alemania se presentaba como un trámite para los británicos, por más que tuviesen aún opciones matemáticas de colarse entre los cuatro primeros de su grupo –de hecho, aún las tienen, aunque con ese average de -136 poco pueden rascar–. El primer cuarto, cerrado con 32-19 por los de Alan Ibahimagic –Alex Mumbrú sigue convaleciente de su pancreatitis, aunque se espera que esté ya con el equipo en las eliminatorias de Riga, donde también debe estar Johannes Voigtmann, ausente este lunes por estar en Múnich haciéndose unas pruebas médicas por culpa de una lesión en la rodilla– ha evidenciado las galaxias de diferencia entre una selección y otra.
Nunca ha habido partido, por lo que a nadie ha sorprendido alcanzar el descanso con un 58-31 en el marcador. Ahora bien, que el tercer cuarto arrancase con un parcial de 9-0 para la selección alemana, con Schröder –muy motivado con su selección, y más desde que la hinchada lituana hubiera hecho gala de un indisimulado racismo, andado provocándolo imitando el sonido de un mono cada vez que el base de los Sacramento Kings tocaba la bola– rompiendo los tobillos de cada defensor que le han puesto delante y Franz Wagner que solo ha parado cuando ha alcanzado las 10 asistencias a sumar a sus 18 puntos.
Y con el último cuarto ha llegado el turno de Tristan Da Silva. El alero está sin equipo, es agente libre y ha aprovechado estos diez minutos finales para firmar 13 de sus 25 puntos, para una valoración de 32 y regocijo de sus representantes. Si el parcial de 30-9 del tercer cuarto ha sido sonrojante, no lo ha sido menos el 32-17 del último, para cerrar con una paliza histórica, la más abultada en un Eurobasket desde 1969.
Brasil reina en el Americup
Mientras en el Eurobasket aún andan en la liguilla de primera fase, la FIBA Americup ya tiene un campeón: Brasil, que suma su quinto oro continental, al batir por un pírrico 47-55 a la Argentina de Pablo Prigioni en la finalísima disputada en el Polideportivo Alexis Argüello, en Managua.
Los entrenados por Aza Petrovic llegaban crecidos tras superar por 92-77 a los Estados Unidos –una versión Z de los mismos, pero los Estados Unidos, en todo caso–, gracias a un parcial de 34-9 para cerrar otro bombazo ante el seleccionado de las barras y las estrellas –equiparable a los Panamericanos de 1987, cuando Oscar Schmidt y Marcel tumbaron a los Estados Unidos de David Robinson a triple limpio, obligando a los rectores norteamericanos del basket a plantearse acudir a los torneos internacionales con selecciones NBA–, mientras que los de Prigioni llegaban tras superar a Canadá por 73-83, un duelo solo complicado en el último cuarto.
Normalmente los duelos entre Argentina y Brasil son apasionantes y da igual el contexto. Obviamente, en esta ocasión el contexto ha pesado de más y el juego ha resultado muy malo y desacertado por parte de los dos equipos, en especial una Argentina que ha perdido pie en el segundo cuarto, un parcial de 9-15 que los de Prigioni no han sabido levantar. Su 4 de 27 en triples ha sido una losa muy pesada que ni sus 53 rebotes han podido equilibrar.
El base Yago Dos Santos, la figura de los brasileños –agente libre tras haber sido cortado recientemente por el Estrella Roja de Belgrado–, con 14 puntos y 5 asistencias, ha sido el máximo anotador de la final de la FIBA AmeriCup 2025. El impredecible Bruno Caboclo, con 11 puntos y 7 rebotes, ha vuelto a ser el mejor lugarteniente del base de la canarinha.
Tras el 24-31 del descanso, el pívot Francisco Caffaro y el base Gonzalo Corbalán han acercado a Argentina (28-31), pero el campeón ha respondido con tres canastas seguidas, incluido un triple de Dos Santos (28-39). Con el marcador apretado, Brasil ha impuesto su clase, rapidez y defensa, y ha anotado un parcial de 0-10 en el arranque del cuarto definitivo, con lo que ha sentenciado el partido a falta de cinco minutos para el final: 36-52.
La reacción argentina ha llegado demasiado tarde y no ha podido revalidar el título que ganaron en la edición de 2022 precisamente frente a los brasileños.
Previamente, Estados Unidos ha obtenido el tercer lugar del torneo al vencer por 90-85 a Canadá.
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Eurobasket 2025