El Tour levanta pasiones entre los aficionados al ciclismo. Durante tres semanas al año, la ronda gala centra todas las miradas y despierta el interés de los seguidores del deporte en general.

Como en cada edición, la ‘Grande Boucle’ mueve mucha gente, desde la caravana hasta los espectadores que se agolpan para ver el paso de la carrera en cada pueblo, en cada ciudad, en los principales puertos que atraviesa el pelotón.

Una invasión que va a más

La acumulación de aficionados va a más cada temporada y, aunque este año no se ha tenido que lamentar ningún acto incívico, es un asunto que preocupa y mucho entre las escuadras UCI World Tour, inquietas por la seguridad de sus corredores.

Sí es cierto que el Tour no sería lo mismo sin sus apasionados aficionados, que dan color y calor a la carrera. Es por eso que sorprenden y mucho las palabras de Richard Plugge, manager del Visma Lease a Bike, que propuso en una entrevista en lel programa ‘Vive le Vélo’ de la cadena belga ‘VRT’ una solución que ha levantado mucha polémica. El ‘team leader’ de Jonas Vingegaard declaró: «Se podría cobrar 4 o 5 euros por acceder a la subida. En ese caso habría muchos menos espectadores». Esa medida que plantea el director de la escuadra neerlandesa no sería nada novedosa ya que se aplica en algunos criteriums para evitar la masificación en los puertos, aunque sería un cambio de paradigma en una gran vuelta.

Un preligro creciente

Plugge reconoce que el problema es más serio de lo que parece. En algunas ocasiones y dependiendo de la accesibilidad del puerto, los autobuses no pueden recoger a los ciclistas en meta y estos se ven obligados a descender entre una marabunta de aficionados, causando problemas como el que sufrió Jonas Vingegaard en la bajada de Hautacam. «Cada vez es más peligroso para los ciclistas. Tienen que bajar entre los espectadores en bicicleta o coche», decía el jefe del Visma para corroborar su propuesta.