El tenis femenino, por desgracia, no deja de tener episodios extradeportivos dentro de pista. En esta ocasión, Karolina Muchova denunció un incidente en tercera ronda del US Open, cuando vio a su ex pareja detrás del banquillo de su equipo. La tenista, que acabó ganando el partido, se mostró muy incómoda ante la situación y decidió actuar.
«No tiene nada que ver con el tenis, así que no me gusta hablar de ello, pero mi exnovio se sentó justo al lado de mi box. Le gusta aparecer en lugares donde no debería estar y donde me encuentro yo. Esto me asusta un poco. Le pregunté si podía irse y, al final, se fue. Para mí era muy complicado centrarme en el tenis estando él ahí», dijo tras concluir el encuentro.
Finalmente, como ella misma comentó, su exnovio abandonó la pista y la checa pudo jugar el partido con tranquilidad, accediendo a los octavos de final. Muchova sigue viva en el torneo después de vencer también en los octavos de final de Nueva York y se jugará una plaza en semifinales ante la histórica Naomi Osaka.
La tenista checa tiene la opción de pedir una orden de alejamiento a través de la WTA, si considera que la presencia de su expareja puede ser peligrosa. Aun así, no ha querido llegar a tal extremo y prefiere dejar las cosas como están. «No he hecho ninguna denuncia. Está todo bien», reconoció.
No es la primera vez que sucede un incidente así. De hecho, el de Muchova se ha solucionado con mayor facilidad que el de Emma Raducanu. La tenista británica se derrumbó durante un partido del torneo de Dubai, precisamente contra Karolina Muchova, al ver a un acosador que la había intimidado anteriormente. Raducanu rompió a llorar y la seguridad del torneo expulsó al aficionado.
Emma Raducanu, en el torneo de Dubai / X
Dos años antes, ya había sufrido un episodio de acoso por parte de un sujeto de 35 años que visitó su casa hasta en diez ocasiones tras ganar el US Open. Por aquel entonces, el juez dictó una orden de alejamiento de cinco años para este hombre, repartidor de Amazon, que manipulaba objetos de la tenista y le dejaba ramos de flores en la puerta de casa.
«Me he sentido muy asustada. Siento mucha aprensión si salgo, especialmente si estoy sola. Siento que me han quitado la libertad. Miro constantemente a mi alrededor. Me siento nerviosa y preocupada de que esto pueda volver a ocurrir», dijo Raducanu. En el caso de Muchova, todo se solucionó de manera rápida y sigue soñando con levantar el US Open.