La localidad de Íscar arrancó su feria taurina con el triunfo del novillero catalán Mario Vilau, que cortó cuatro orejas y estuvo valiente y ambicioso. Una cortó el vitoriano Pedro Andrés, y saludó Uceda Vargas que recibió tres recados del palco. Buena presentación de los utreros de Martin Lorca con tres novillos muy toreables. Un tercio de entrada en tarde calurosa.
Mario Vilau
Brilló el espigado novillero de Hospitalet de Llobregat, Mario Vilau, con solo 18 años, habiendo debutado con los del castoreño el pasado septiembre en Mejorada del Campo. Esta temporada lleva tres novilladas con la de ayer en Iscar; la última en la abulense Gavilanes el pasado sábado saliendo a hombros.
El coso iscariense presentó un tercio de entrada para la primera de feria. – Foto: Fermín Rodríguez
Vilau es un novillero valiente, de toreo largo y variado, manejando los trastos con mucha soltura y usando la espada que causa asombro.
Pero lo más importante de este novillero, hecho en la Escuela Taurina de Cataluña, de la mano del matador de toros Enrique Guillén, es la actitud y aptitud para llegar a ser alguien en esta difícil profesión. Ha sido incluido en el Circuito de Novilladas de Valencia. El barcelonés es la esperanza de la afición de Cataluña.
Bien es cierto que sorteó el mejor lote de un encierro magníficamente presentado, aunque de juego desigual. En el primero de su lote recibió un impresionante volteretón, sin consecuencias, cuando pretendía recibir al buen utrero con una larga cambiada tras haberlo hecho a porta gayola.
Luego pudimos comprobar sus virtudes muleteras, donde puso todo su saber y oficio ante el primer novillo, que fue noblón y con recorrido. Lo toreó por ambos pitones denotando gran técnica. Finalizó con un arrimón de valiente.
El espadazo fue monumental, y el público pidió las orejas con mucho entusiasmo.
Con el noble, aunque sosote utrero que cerraba festejo, Vilau hizo un recibo capotero de rodillas toreando a la verónica. Siguió de hinojos con la franela en el centro del platillo llenando de nuevo de emoción el coso iscariense. Luego seguiría con un toreo con la zurda que tuvo enjundia. De nuevo se fue a cercanías sacando todo el provecho que tenía el novillo.
Y con la tizona volvió a marcar su supremacía. De nuevo, otras dos orejas al esportón que el tendido pidió clamorosamente. Realmente, el joven novillero causó entusiasmo en Iscar aunque, por ponerle un pero, le faltó a su toreo ceñimiento. Aunque ya llegará, porque valor tiene de sobra para arrimarse.
Pedro Andrés
Al novillero vitoriano se le nota muy placeado, con dominio absoluto de la situación que le puede plantear cualquier utrero. Una ovación recibió en su primero, un manso que provocó el pánico en banderillas tras haber derribado con estrépito a los dos picadores de su cuadrilla, entre ellos a Rafa Agudo al relance en su huida.
Tras brindar al público, Pedro Andrés se mostró con gran disposición ante un utrero de escasa entrega y fijeza con pasajes de bella factura por ambos pitones, pero sin alcanzar eco en los tendidos. No hubo material para el triunfo. Utilizó la cruceta tras un pinchazo y una estocada algo caída. Fue ovacionado.
Al que hizo quinto, un utrero precioso de hechuras que se rajó en mitad del camino, lo recibió Pedro Andrés en la puerta de chiqueros y casi lo arrolla, luego le aplicó una larga cambiada en el tercio y estuvo muy bien a la verónica rematando con una preciosa media. Brilló con un gran puyazo Rafa Agudo, que fue derribado por el brioso novillo que, aparentemente parecía tener recorrido, pero…
Tras brindar al respetable, el novillero vasco afincado en Mojados, tiró de oficio y amor propio con la muleta, pero el novillo dijo ‘nanay’ y, rajado, se fue a los tableros de chiqueros; allí le pudo endosar algunos pases al hilo de las tablas, pero sin llegar a calar entre el público. La estocada por si sola mereció la oreja que Pedro Andrés paseó sonriente y que fue pedida con fuerza por el graderío, aunque por dentro llevaba la decepción.
Uceda Vargas: el novillo al corral tras tres avisos
El novillero sevillano estuvo por debajo del novillo que abrió plaza, aunque los inicios fueron muy toreros y con clase. Porque el de Gerena la tiene. Fue un utrero noble y repetidor al que le endosó tandas estimables por el pitón derecho y bajó el compás con la zurda que anduvo receloso ante un animal que no mostró signos de violencia por ningún sitio.
Y con la espada y descabello dio un auténtico mitin hasta que sonaron los tres avisos. Posiblemente el usía se precipitó en anunciar el tercero, aunque con el Reglamento en la mano llevaba razón, pero en estos casos, y con novilleros, se «debería levantar» la mano.
Tras un intento vano de llevar al moribundo novillo a corrales con los bueyes berrendos en colorado de Adolfo Arranz «El Cholo», se procedió a apuntillar al mismo por Juan Cantora, el subalterno palentino de Pedro Andrés. El novillo fue aplaudido en el arrastre y el novillero sevillano recibió pitos.
Con el cuarto, un novillo precioso de hechuras, pero insulso, al que Uceda Vargas brindó su muerte al público, pudo lucirse a la verónica. Con la franela pudo sacar algún provecho al animal, que no humilló nada, mostrando su clase del toreo de la escuela sevillana con cierto regusto. Pero la cosa no pasó de ahí porque volvió a marrar con los aceros. Recibió una cariñosa ovación.
Amenizó el festejo con los consabidos y bellos pasodobles la banda de la Asociación Musical Iscariense que, tras el paseíllo, interpretó el Himno Nacional. En definitiva un tarde entretenida en la primera de feria. El próximo fin de semana se completa el ciclo con un concurso de cortes el sábado 1 de agosto, para proseguir con la corrida de toros el domingo 3 y el festejo de rejones el lunes 4.