El jugador del Real Zaragoza Sinan Bakis cargó este martes contra el Vanspor y, principalmente, su presidente, al que, incluso, se plantea denunciar después de lo sucedido el pasado lunes en Ankara, lugar al que el futbolista se desplazó el pasado lunes para, en principio, fichar por el equipo de la Segunda División turca. Sin embargo, la operación se fue al traste, según el Vanspor, porque Bakis no superó el reconocimiento médico, algo que niega el jugador, que apela a que el club otomano no respetó las condiciones acordadas y pretendió cambiar el acuerdo, a lo que el punta se negó.

«Tras los reconocimientos médicos realizados hoy (por el lunes) en Ankara recibimos un informe médico negativo sobre la lesión del jugador. Tras este acontecimiento el proceso de transferencia se ha cancelado de mutuo acuerdo por motivos de salud», afirmaba el club turco en un comunicado que publicó el lunes por la tarde en redes sociales después de que en España se hubiera indicado que la razón de la ruptura de las negociaciones había sido que el Vanspor había cambiado el acuerdo.

Ante estas duras declaraciones por parte de la entidad de Turquía, el todavía delantero del Real Zaragoza dio su versión ayer para MARCA. «Las declaraciones del club no son ciertas. Superé con éxito el examen médico sin ninguna restricción. Una vez completado el examen médico, se suponía que debía firmar el contrato en las condiciones que ya se habían acordado claramente en un acuerdo preliminar», explica el jugador, al que le resta un año de contrato con el Zaragoza.

Bakis afirma que «cuando me presentaron el contrato definitivo, descubrí que el club había modificado unilateralmente los términos acordados previamente», por lo que, sostiene, «dejé claro que, en esas circunstancias, no estaba dispuesto a firmar. Por lo tanto, el traspaso fracasó únicamente porque el club cambió las condiciones acordadas».

El jugador, de hecho, también denuncia la actitud que tuvo el presidente del club turco: «El presidente reaccionó de forma agresiva: me gritó, me presionó enormemente para que firmara el contrato y, finalmente, incluso me amenazó con consecuencias si me negaba».

Por todo ello, Bakis advierte de que está estudiando la posibilidad de acudir a la Justicia. «Me reservo expresamente el derecho de emprender acciones legales contra el club y el presidente por las acusaciones falsas y la difamación deliberada» porque, esgrime, «en este contexto, es obvio que el club está difundiendo deliberadamente falsedades para eludir su responsabilidad».

«Me gritó y presionó para que fichara y me amenazó con consecuencias si me negaba», asegura

El caso es que el incendio provocado por el caso Bakis alteró el último movimiento del Zaragoza en el mercado, ya que, al no salir el turco, el club frenó en su intento de incorporar un sustituto para Aketxe, recién salido rumbo a Malasia. Así, la decisión fue fichar al lateral derecho Martín Aguirregabiria apenas media hora antes del final del mercado, renunciar al atacante planeado y entregar el 23 a Marcos Cuenca, al que el club había trasladado su intención de cederlo a Primera RFEF.

De momento, Bakis sigue aquí aunque su futuro pende de un hilo. En Turquía, el plazo para fichar acaba el próximo día 12, pero el futbolista, ya de regreso a Zaragoza, no cuenta para el club, que no tiene previsto acometer una rescisión del contrato mientras se apagan los rescoldos del último incendio.