Una de las multinacionales alimenticias más conocidas del mundo, la empresa suiza Nestlé, destituyó este lunes a Laurent Freixe, CEO de la compañía en la que llevaba trabajando cuatro décadas, después de descubrirse una relación romántica secreta con una empleada que estaba bajo su supervisión directa. Una investigación interna determinó que el directivo incumplió el Código de Conducta de la empresa. La compañía nombró a Philipp Navratil como nuevo director ejecutivo.

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El asunto traerá cola y deja varias preguntas a nivel laboral, cómo cuáles son los límites de los códigos de conducta de una empresa y hasta qué punto se pueden meter en la vida personas de sus empleados. En la nueva sección Coordenada 25 hemos preguntado a Fernando Calvo, director de recursos humanos para el Sur de Europa de la consultora de Recursos Humanos HAYS.

Calvo ha sido contundente sobre los líos en el trabajo. «No se pueden prohibir las relaciones, pero se puede pedir que se informen. En el mundo del trabajo vamos cada vez a más transparencia», ha comentado el director de RRHH en Hora 25. Indica Calvo que «el problema del CEO de Nestlé no era tener una relación sentimental, sino incumplir el código de conducta».

La empresa despidiendo al CEO de Nestlé interfiere en la libertad del trabajador de manera flagrante. De todas maneras, como indica Calvo, eso lo tendrá que determinar un tribunal. «Una cosa es que un despido sea considerado nulo o improcedente y otra que la empresa tenga su capacidad de ejercerlo. Quien decide si algo es legal o no será un tribunal. El tema no es si es una relación amorosa, es si hay un tipo de relación con base en la cual se van a tomar decisiones y que no es conocida», ha comentado el experto, que lo ha comparado con el hipotético caso de que un político tenga una relación empresarial desconocida con un empresario.

«El director general tiene que tomar decisiones sobre personas y situaciones dentro de la compañía y hay una relación oculta con una persona», ha espetado, destacando que lo importante es «garantizar la objetividad con el resto» e investigar «si hay una relación que pueda eliminar la objetividad con el resto».

El director de RRHH cree que difícilmente se puede ser ecuánime decidiendo un bonus para un equipo en el que está tu pareja. «Ese bonus que decides le va a tu pareja y entra a la misma cuenta que es la tuya. Se puede ser ecuánime, claro que sí. Pero los demás empleados pueden tener la sensación de que no lo estás siendo», ha indicado Calvo, que cree que «es flagrante que el máximo directivo de una compañía incumpla el código de conducta para todos los empleados».