Miguel Linares (Jaén, 1991) ha logrado volver a ser director deportivo de Primera RFEF tras conseguir el ascenso con el Real Avilés Industrial. En … lo que será su tercer curso en la categoría, disputando el ‘play off’ de ascenso a Segunda División en ambas temporadas al frente de la dirección deportiva del Linares, ha protagonizado un verano intenso, que le ha dejado exhausto pero también con la sensación del deber cumplido. Ahora, a esperar por las notas, «que, como siempre, serán en mayo», sonríe.
–Acaba de finalizar su tercera ventana de fichajes como director deportivo del Real Avilés. ¿Ha sido la más difícil de todas?
–No, no. La más difícil fue sin duda la primera. Me costó mucho convencer a los jugadores del proyecto que estábamos construyendo. Esta temporada, tras el ascenso a Primera RFEF, aunque con sus matices, ha sido más sencillo atraer futbolistas.
–Si se mira la procedencia de los fichajes, al final todos han llegado de la zona media-baja de Primera RFEF o de la zona alta de Segunda RFEF. ¿Ese ha sido el mercado del Real Avilés este verano?
–En primer lugar, quiero dejar claro que nosotros no fichamos según la procedencia, sino que firmamos perfiles. Es cierto que tenemos jugadores como Yasser, que vienen de estar en la mitad de la tabla de Primera RFEF, otros como Adri Gómez que descendió con el Sestao y hay casos como el de Quicala, que vienen de Segunda RFEF. O Raúl Rubio. Pero al final ese es nuestro mercado, claro. Intentamos acercarnos a algún jugador que había disputado ‘play off’ o de la zona alta de la tabla y se nos iba totalmente del presupuesto. Son palabras mayores todavía para nosotros.
–¿Le quedó alguna espina clavada, algún jugador que quisiese traerlo sí o sí al equipo y no fuese capaz de conseguirlo?
–La verdad es que no. Tanto Antonio –Cruz, secretario técnico– como yo estamos bastante contentos con la plantilla que hemos conformado, con la ayuda de Diego –Baeza, presidente– y Dani –Vidal, entrenador– desde su llegada. Al final son trece incorporaciones, diez jugadores que continúan del año pasado y tenemos perfiles diferentes para jugar a cosas distintas tanto de inicio como a lo largo de un partido. Todas las posiciones están dobladas y además tenemos una figura como la de Pablo Álvarez que nos faltaba la temporada pasada. Un quinto mediocentro, un ‘8’ polivalente con características diferentes a lo que teníamos, que es capaz de conservar el balón y mantener la posesión.
–Quería una plantilla larga. ¿Influye el hándicap de no tener un filial en categoría nacional?
–En ese sentido estamos por detrás de otros rivales, aunque me consta que el club está trabajando para que la cantera siga dando pasos hacia adelante. Está claro que con un filial con sub 23 interesantes podríamos tener una plantilla de 20-21 jugadores, pero ahora mismo creemos que lo mejor son 23. Lo hemos estudiado y, año tras año en la categoría, los equipos que cumplen objetivos son los que tienen las plantillas más amplias. La temporada pasada comprobamos el daño que puede hacer una acumulación de lesiones, sanciones o diferentes circunstancias y queremos curarnos en salud en ese sentido. Además, en Primera RFEF pueden ir todos convocados, se puede repartir mejor los minutos y también está la Copa del Rey.
–¿Cómo vivió el debut ante la Ponferradina?
–Con sensaciones encontradas. Por un lado contento por cómo jugó el equipo, en algunas partes del partido siendo superior a un rival del nivel de la Ponferradina, pero también fastidiado por el resultado y por los goles encajados. Pero bueno, creo que tenemos una buena plantilla y que vamos a ser un equipo competitivo esta temporada.
–Uno de los principales nombres del mercado es precisamente uno de los últimos fichajes. O en este caso regreso: el de Osky.
–Era consciente de que se podía generar ruido con este movimiento y así ha sido. Lo que pasa es que, no sé dentro de veinte años, pero ahora mismo tenía claro que debíamos hacer la operación. Por orgullo hubiese sido más fácil irse a otro perfil que teníamos de juveniles del Barcelona, el Cádiz… pero creo que debíamos buscar lo mejor para el club, ser razonables y apostar de nuevo por un futbolista cuyo nivel era muy parecido al resto de opciones que teníamos encima de la mesa en esta última semana. Somos conscientes de que la temporada pasada no estuvo a su nivel, él está de acuerdo con nosotros, y en sumano está recuperar su mejor versión esta temporada. Confiamos en sus condiciones y a Dani Vidal le encajaba. Ya lo había ojeado para el Nástic en su día.
–¿Cómo fueron las negociaciones?
–Cuando se incluyó su nombre en la lista grande de bajas del club, que respondía a los jugadores que acababan contrato, hablé con él y le comenté la posibilidad de que acabase siendo una opción si no encontrábamos nada que nos llenase en el mercado, ya de cara a la última semana previa al inicio de Liga. Él tuvo ofertas durante el verano, las rechazó esperando por nuestra opción y al final le salió bien. A nosotros se nos cayeron algunas opciones por diferentes motivos y, de lo que teníamos encima de la mesa esta última semana, el perfil de Osky era el que más nos convencía. Tanto a nosotros como a Dani, y además tiene el plus de ser asturiano, conoce la casa y se va a adaptar más rápido.
Cambio de entrenador
«Me adapté a las circunstancias y busqué una solución, que era Dani Vidal»
–¿Consideró la opción de dejarlo entrenar con el equipo para que mantuviese el ritmo?
–No le veía sentido. Hubiese sido algo muy ambiguo e innecesario, porque lo conocemos perfectamente. Él ha estado entrenando por su cuenta y estoy seguro de que se pondrá pronto al mismo ritmo que sus compañeros.
–Aunque sigue siendo joven para el cargo, ya son varias temporadas a sus espaldas. Sin embargo, este verano le tocó hacer otro pequeño máster con el cambio de entrenador sobre la marcha, de un día para otro. ¿Cómo lo vivió?
–Mi filosofía es la de adaptarme a las situaciones que llegan y buscar soluciones a los problemas. Una vez que se tomó esa decisión, en la que, como dije en su día, no voy a volver a entrar, mi cometido era buscar un nuevo entrenador y pronto pudimos empezar a trabajar en el perfil de Dani Vidal, que era el que queríamos. A partir de ahí, acabamos de perfilar el final de mercado con él, pero con la plantilla ya muy avanzada y con perfiles a los que él se podía adaptar muy bien.
–Fue a contrarreloj, pero era la primera vez que elegía entrenador en el Real Avilés, pues Javi Rozada había llegado antes que usted. ¿Le gustan los entrenadores o los equipos de un determinado perfil? ¿Más de jugar asociativo? ¿Conservador? ¿A la contra?
–Ya no creo en esas etiquetas. Creo que por cómo va evolucionando el fútbol, con todo muy monitorizado y mucha información encima de la mesa, los entrenadores se adaptan cada vez más a las diferentes situaciones del juego. A veces un partido se plantea de una manera, otras de otra e incluso durante el mismo partido puede ir cambiando la manera de jugar, el esquema o el perfil de los jugadores. Al final los equipos se conocen mucho entre sí y hay que ir buscando la manera de atacar y defender. A mí me gusta hacer plantillas completas que puedan jugar a muchas cosas y el perfil de Dani nos gustaba mucho por eso, porque es un técnico que le gusta apretar arriba, presionar y que el equipo sea intenso, pero es capaz de adaptarse a diferentes sistemas y contextos de partido.
Estilo
«Me gustan los entrenadores y las plantillas que pueden jugar a diferentes cosas»
–Menuda pelea con los sub 23… en vilo casi hasta última hora.
–Lo podíamos esperar. Es un mercado muy difícil para nosotros. Por un lado están los filiales, que los hay muy buenos en esta categoría, y al final van a por los mejores sub 23. Y después, los que no están ahí pues se van para equipos de la zona alta o que vienen de jugar ‘play off’ o descender. Al final, si un jugador elige al Racing de Ferrol antes que a ti pues lo tienes que entender. La idea es que el club se vaya asentando en la categoría y cada vez tengamos un estatus y un presupuesto mayor. Con Guzmán, por ejemplo, tuvimos que esperar hasta el último día, pero por fortuna nos salió bien.
–¿Se nota mucho el ser un recién ascendido?
–Creo que la gente valora mucho nuestro proyecto y el crecimiento que ha tenido el club, pero está claro que en Primera RFEF partimos, por así decirlo, de cero. Es la primera experiencia del Real Avilés en la categoría y es fundamental conseguir la permanencia para ir asentándonos y que el proyecto vaya ganando en consistencia y visibilidad. Que los jugadores vengan al Suárez Puerta, vean el ambiente, comprueben que somos un club serio…
–Usted ya lleva un tiempo aquí y sabe que meter 3.355 espectadores en un primer partido de Liga en el Suárez Puerta no es lo habitual. Se ha notado el salto de categoría. ¿Qué importancia le da?
–Mucha. Fue una pasada el ambiente que se vivió. Ser más de 3.000 personas, el ánimo que recibió el equipo, jugar de noche, con las cámaras de Movistar+… Creo que la gente se va dando cuenta del nivel de la categoría y ahora entre todos debemos intentar conseguir el objetivo para seguir creciendo.
Asturianos
«Hay siete, que es una buena cifra, pero según vaya creciendo el club irá descendiendo»
–Con Julio y Babin inamovibles, el centro de la defensa fue la posición en la que menos margen de maniobra tuvo. Llegó Eze y ahora Borja Granero. ¿Fue el valenciano su primera opción? ¿Buscaba un jugador de esas características o hubiese preferido otro más rápido, del estilo de Eze?
–Estamos muy contentos con la llegada de Borja. Buscábamos un jugador zurdo, que no teníamos ninguno, y también altura, porque tenemos que defender mejor los centros laterales y defender mejor el área. La rapidez es importante y lógicamente no tiene la de Eze, pero tiene un perfil distinto a los otros tres centrales y creo que nos puede aportar mucho también en el vestuario y con su carisma en el campo.
–¿Qué tal está Eze? Empezó su periplo como blanquiazul con un partidazo ante el Sporting y después cometió varios errores que parecen haber minado su confianza.
–Eze es un central sub 23, con todo lo que ello conlleva. No podemos pedirle que sea el líder de la defensa. Todo tiene su proceso. A nivel condicional está muy bien, le falta mejorar conceptos tácticos y en ello está. Tendrá oportunidades seguro.
–La última. Siete jugadores asturianos, solo uno menos que la temporada pasada, en una categoría superior. ¿Qué le parece?
–Creo que es una muy buena cifra, pero lo lógico es que según se suban categorías el número baje. Ocurre en todos los equipos.
Las salidas de Jose Martínez y Mecerreyes
–Acabó el mercado de fichajes, pero sigue faltando un movimiento: la baja oficial de Jose Martínez.
–Sí. Es cierto que es extraño que no hayamos anunciado nada todavía, pero en este caso no es un tema nuestro. A Josín no queríamos dejarlo tirado y le hemos dado tres opciones para solventar la situación, pero todavía se lo está pensando, sabiendo que el mercado ya está finalizado. Pronto haremos el comunicado pertinente.
–¿Son estas situaciones las más difíciles para usted como director deportivo?
–Siempre lo digo. Al final es lo más ingrato de tu trabajo y a nadie le gusta tener que sentarse con otra persona a decirle que no cuentas con ella. A mí también me han dado la baja como jugador y también como director deportivo y sé lo que se siente, pero hay que tomar decisiones siendo honesto contigo mismo y no dejarte llevar por las emociones, porque entonces no estaríamos haciendo bien nuestro trabajo. Así es el fútbol.
–Se habla de Josín, también estuvo el caso de Davo… ¿Pero fue la no renovación de Mecerreyes la decisión más dura del verano?
–Posiblemente. Un chico diez como Javi, con lo que había pasado, siendo de aquí… Pero, como digo. Uno tiene que ser honesto con sus pensamientos y decidir en consecuencia. Estaban Gete y Kevin, vino Yasser y después Adri Gómez, que es un perfil muy diferente, un ‘6’ que puede jugar de central. Al final, el tiempo dará y quitará razones, como siempre.
–Después de un mercado tan intenso, ¿por fin a descansar?
–Eso espero, poder descansar unos días (risas). A ver si puedo tomarme unas vacaciones, aunque al final con la Liga empezada hay que estar atento.