En el saturado universo de la novela negra, en el que cada año aterrizan decenas de títulos que prometen un giro imposible y protagonistas más o menos ingeniosos, resulta cada vez más difícil aficionarse a una buena historia. De vez en cuando aparece un autor novel capaz de dar la vuelta al tablero con una propuesta que parece estar destinada a ser un brutal debut. Algo así ha ocurrido con Alexandre Escrivà y su primera obra publicada. Ha conquistado a los lectores más exigentes y ha recibido el espaldarazo de un referente del género como Javier Castillo, quien la ha definido como «sorprendente y con el realismo de dos protagonistas que parecen tener vida propia». Una declaración que supone casi un certificado de adicción asegurada.

La trama de esta novela negra arranca con un crimen brutal y cinematográfico. La cabeza de Sarah Evans aparece una mañana en pleno corazón de San Francisco. Este acto desencadena un torbellino mediático y policial. En este contexto, donde vuelve a escena William Parker, un veterano especialista en asesinos en serie que llevaba un tiempo retirado tras un caso traumático. La teniente Watson, convencida de que nadie más posee la pericia necesaria, decide arrastrarlo de nuevo al ojo del huracán. Pronto la historia será una inmersión en el laberinto más oscuro de su carrera. Junto a Parker, otro personaje irá ganando protagonismo: Fernando Fons, experiodista valenciano recién llegado a San Francisco.

Alfaguara ‘El último caso de William Parker’, de Alexandre Escrivà

'El último caso de William Parker', de Alexandre Escrivà

Editorial

Alfaguara Número de páginas

376 Año de edición

2023

La gracia del libro es que Escrivà nos presenta a tales personajes como dos hombres cargados de dudas y contradicciones que funcionan en paralelo mientras el lector intuye que sus caminos se acabarán entrelazando. La verosimilitud psicológica de ‘El último caso de William Parker’ es lo que parece haber llevado a Javier Castillo a destacar que los personajes parecen tener vida propia. Es probablemente una de las razones por las que esta novela ha logrado colarse tan rápido en el radar de amantes de los thrillers.

Ana Rivera Magaña, del Diario de Tarragona, ha dejado otra brillante y acertada crítica: «a caballo entre Joël Dicker y Javier Castillo, Escrivà sabe crear una buena atmósfera de misterio y hacer dudar, de forma sólida, quién es el culpable y qué buscan realmente sus personajes». Por su parte, César Pérez Gellida lo alaba así: «obligatorio seguir muy de cerca a Alexandre Escrivà. Los talibanes del género negro estamos de enhorabuena». El libro tiene un crescendo que mantiene el suspense hasta el último tramo. El constante respaldo de la crítica ha sido unánime. También desde Cadena Ser han dicho: «todo un éxito, una revelación editorial». Para un autor debutante, esta cadena de elogios debe suponer un enorme golpe de suerte. Y es también la constatación de que ha logrado irrumpir en un terreno dominado por nombres ya consagrados.

El valor de ‘El último caso de William Parker’, de Alexandre Escrivà, reside en que aporta una energía nueva y un punto de vista fresco (humano y macabro). En un panorama en el que tantas novelas parecen intercambiables, este autor consigue traer una que se recuerda por el detalle, la crudeza realista y la adicción distinta. Como bien ha señalado Castillo, es el mejor síntoma de que estamos ante una obra que merece su lugar en la estantería de cualquier aficionado al noir.