El largo proceso legal y vital que ha tenido que vivir en primera persona ha llevado a Tomeu Carbonell (Inca, 1989) a ponerse a prueba, a conocer sus límites emocionales con el fin de pelear por la custodia de sus dos hijas menores, de 9 y 6 años, respectivamente. Inmerso en un largo contencioso por ello con su antigua pareja, este director de seguridad de una empresa mallorquina y perito judicial, que se encuentra acabando la carrera de Derecho, «una inquietud que surgió a raíz de toda esta historia», ha compartido sus sensaciones, vivencias y opiniones en un libro muy personal.

En Denuncias falsas, y a través de 117 páginas, Carbonell asegura que no ofrece una solución a quienes se halla en una situación paralela a la suya, «pero te ayudará», refiere en la portada del libro, que se presentará a mediados de septiembre y finaliza con una emotiva carta abierta a sus hijas, una reflexión que traslada como un «legado de valentía y autenticidad para quienes puedan enfrentarse a acusaciones infundadas», explica.

«Hay muchas cosas que me he saltado para no hacer daño y otras de las que no me he podido acordar», confiesa, siendo su punto de partida «mi caso y las denuncias falsas que, se ha demostrado, no tenían fundamento ni recorrido», explica Carbonell, que en base a su experiencia personal analiza diferentes puntos en Denuncias falsas, como el estado de la Justicia en España, la figura del Fiscal o la de los políticos, la Ley Viogen o el perfil de la parte denunciante, analizando diferentes casos tomados como referencia.


Tomeu Carbonell, en el Palau de la Premsa. Foto: F.F.

Relata cómo ha podido «superar y llevar diariamente todo este proceso tan traumático, poniendo siempre por delante a mis hijas», siendo esas páginas una vía de escape «para plasmar mis sentimientos. Ha sido un desahogo, aunque no ha sido fácil. Tuve incluso que parar porque emocionalmente me superaba, era duro echar la vista atrás de nuevo», invirtiendo ocho meses en la redacción y preparación de su primer libro.

«Silencio social»

Habla Tomeu Carbonell de un «silencio social» por espacio de seis años, un periodo de tiempo en el que «he conocido a mucha gente que está igual que yo. Y no entiendo el por qué de este silencio. Hay gente que no ha sido ayudada o no ha tenido la oportunidad».

Pretende con su trabajo y compartiendo sus vivencias «ayudar a encontrar un consuelo moral, a enfocar la vida de otra manera, con más optimismo. Buscando una solución que sea un proyecto de vida a través de la introspección. Más, porque estos procesos pasan factura a nivel emocional, personal y económico», prosigue.

No deja de lado Carbonell una crítica al sistema judicial español, «anticuado, desfasado y que no responde. La dilatación en el tiempo de todo proceso no es lógica y siempre perjudica a una de las partes de manera especial». Es claro al asegurar que la dignidad no se negocia y lanza un mensaje de esperanza a quienes puedan verse perdidos porque «la verdad emerge» a lo largo de un proceso que él relata «desde la primera citación hasta la última resolución», mostrando las «estrategias de defensa, las dudas que asaltan al acusado y los recovecos de un sistema que, aunque diseñado para proteger, puede volverse contra su propia esencia».

Apoyado en documentación que ha formado parte del procedimiento judicial, Denuncias falsas supone una «liberación» en palabras de su autor, Tomeu Carbonell, protagonista de una historia que resume y plasma de manera contundente el título de la publicación.