04/09/2025
Actualizado a las 08:19h.
Lo que la mayoría conoce sobre Frank Abagnale es lo que él mismo cuenta en su autobiografía y en el largometraje ‘Atrápame si puedes’ producido por Steven Spielberg y protagonizado por Leonardo DiCaprio, en el que se cuenta la fascinante vida de un joven estadounidense, llena de aventuras y adrenalina escapando de la justicia desde los 16 años y haciendo uso de su astucia para aparentar ser quien no es.
La historia que en principio se ‘vendió’ como basada en hechos reales, está contada desde una narrativa interesante que muestra la evolución del gran engaño en que se convirtió la vida de Frank. Desde muy temprano, un núcleo familiar disfuncional configuró su mentalidad acerca de cómo ganarse la vida. Además, su padre lo introdujo en el arte de las apariencias mostrándole cómo conseguir beneficios valiéndose del arte del engaño. Constantemente le repetía: «Como te ven, te tratan».
En el libro y la película, Frank inicia su vida surreal fingiendo ser periodista para poder entrevistar a un directivo de la reconocida aerolínea estadounidense Pan Am. Estrategia con la que sacó todos los datos necesarios para contactar al proveedor de uniformes y mandar a hacer un traje a su medida, falsificando un número de nómina. Así empezó su ‘carrera’ de piloto, llegando a conocer numerosos países y, según lo narrado en su autobiografía, recorriendo más de un millón de millas aéreas.
Con su nuevo estatus, el joven figurante de piloto inició vida crediticia a partir de recibos de nómina falsos y cheques que él mismo reproducía haciendo uso de sus talentos para copiar. Le fue muy fácil acceder a préstamos bancarios y su estilo de vida mejoró sustancialmente. El libro también cuenta que debido al uso indiscriminado de cheques fraudulentos, Frank activó las alertas del FBI que, a través de un agente especializado en falsificación de documentos, le siguió la pista hasta encontrarlo. El estafador logró escapar sin gran esfuerzo, pero con la conciencia de que seguir siendo ‘piloto’ ya no era una opción.
El siguiente episodio de su vida ficticia se desarrolla en el Hospital General Cobb, a donde llega valiéndose de dos armas principales: confianza y simpatía. A las virtudes les suma un currículum falsificado y después de una entrevista con el director, consigue que le contraten como médico pediatra, cargo en el que se desempeña utilizando como estrategia el liderazgo delegativo, en el que el líder adopta un papel muy pasivo, permitiendo a los miembros del equipo tomar la mayoría de las decisiones y debatir entre sí, para llegar a una conclusión sobre los tratamientos a pacientes. En este caso, su equipo estaba conformado por los residentes de medicina del hospital.
A pesar de su gallardía, Frank tenía ciertos límites. En el momento en que se enfrentó a un caso de salud complicado, supo que no podía sostener más la farsa. Siguió moviéndose siempre un paso más adelante del FBI y nunca apostándole a vivir una vida auténtica y tranquila. Su siguiente artimaña sería la falsificación de un expediente académico de la Universidad de Harvard con el que accedió a presentar el examen de abogado del estado de Louisiana (una de la pocas cosas que hizo sin trampas), el cual aprobó después de dos intentos fallidos.
Entre mentiras, escapadas, amores y persecuciones del FBI transcurrieron varios años de la vida del hombre, que finalmente fue capturado en Francia y posteriormente extraditado a su país de origen para cumplir con una condena de doce años de prisión con cargos por suplantación de identidad, fraude, falsificación de documentos, ejercicio ilegal de profesiones y robo a bancos. Frank solo cumplió menos de cinco años de condena porque se convirtió en colaborador de la justicia para resolver casos de falsificadores como él.
Al salir de prisión, el hombre escribió su historia para redimirse y contar cómo canalizó sus conocimientos en el arte del engaño en el desarrollo de una consultora financiera que se especializa en la prevención de fraudes. Lo cierto es que, la historia contada en el libro y la película tiene sus detractores. Los periodistas Alan C. Logan y Alan R. Warren publicaron libros en los que hacen investigación exhaustiva sobre las afirmaciones de Abagnale y cuestionan la autenticidad de sus hazañas con pruebas que contradicen sus declaraciones. Además, varios artículos y reportajes señalan inconsistencias con documentos oficiales y entrevistas a personas que estuvieron involucradas en los eventos narrados.
En declaraciones, el propio Frank ha dicho que su libro no se debe tomar como una autobiografía sino como un libro de ficción basado en hechos reales para ser representado en la pantalla grande.
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