El Baloncesto Toledo vivirá este domingo un momento histórico con la disputa del primer partido de su historia, un encuentro de pretemporada que medirá al conjunto verde frente al Uros de Rivas a las 13:00 horas en el pabellón Cerro del Telégrafo de Rivas Vaciamadrid. Aunque se trata de un amistoso, el choque tiene un fuerte componente simbólico, pues será la primera vez que el nuevo proyecto se ponga a prueba sobre una cancha de competición.
El entrenador, Sergio Vicente, quiso dejar claro ayer cuál será la primera exigencia para sus jugadores, mostrar una identidad reconocible desde el minuto uno. «Lo que quiero es que el equipo muestre la imagen que buscamos. Sabemos que aún estamos verdes en muchos conceptos ofensivos y defensivos, pero lo importante el domingo es la actitud. Queremos ser un equipo intenso en defensa y luchador. La afición necesita ver que este grupo lo va a dar todo», aseguró.
El técnico se mostró satisfecho con las sensaciones que ha dejado las dos primeras semanas de trabajo, en la que el equipo ha combinado carga física con la asimilación de sistemas. Según Vicente, el grupo está respondiendo de forma positiva. A su juicio, «los chavales» son muy trabajadores y tienen gran predisposición. «El ambiente es excelente y eso se nota en el día a día. Ahora necesitamos verlos competir, porque lo que se aprecia en un entrenamiento no siempre se refleja en un partido real», añadió.
De cara al estreno, el entrenador adelantó que se trata de una primera toma de contacto y que el protagonismo se repartirá entre todos los jugadores. «No hay grandes diferencias entre unos y otros. Cualquiera puede ser titular o salir del banquillo, así que este partido servirá para rotar mucho, probar combinaciones y empezar a conocer cómo responde el equipo en situaciones reales», explicó.
Uno de los aspectos más valorados por el cuerpo técnico es la integración de los jóvenes CEI y la cohesión del vestuario. Vicente destacó que el bloque mayoritariamente nacional ha facilitado la convivencia y la química dentro del grupo. «Desde el primer día se ve un equipo unido, y eso marcará la diferencia a lo largo de la temporada, en los momentos buenos y, sobre todo, en los complicados», añadió.
Más allá de lo deportivo, el técnico también percibe el entusiasmo que rodea al club con la campaña de abonados recién lanzada. «Desde que llegué, todo el mundo me transmite ilusión. La gente pregunta por los carnés, nos anima y eso motiva. Estoy seguro de que el 11 de octubre, en el debut oficial en el Javier Lozano, el pabellón estará lleno», concluyó.