Las guerreras k-pop no pasó por la cadena de cines más grande del mundo, y su director ejecutivo no piensa ceder si en Netflix no hacen lo propio.
No es ningún secreto que las plataformas de streaming y las cadenas de cines llevan años librando una cruda batalla por el sector de la exhibición. Casi todos los estudios y plataformas han alcanzado acuerdos razonables con los principales exhibidores, siendo lo habitual una ventana de estreno de 45 días en salas. Luego está Netflix, que podría haber ganado un pastón con Las guerreras k-pop.
Cierto es que aquí tenemos muchos matices, ya que en Sony Pictures Animation tampoco tenían gran fe inicial en la película de Chris Appelhans y Maggie Kang, aunque su llegada a Netflix la convirtió en fenómeno global. Tanto es así que la plataforma llevó fugazmente Las guerreras k-pop a salas, con una recaudación de 19,2 millones de dólares en solo dos días de proyecciones.
Casi 20 millones en dos días, solo en un puñado de países y casi dos meses después de llegar a Netflix. Pero es más, la mayor cadena de salas de cine del mundo, AMC Theatres, se negó a proyectar Las guerreras k-pop, como hace con las escasas películas que Netflix lleva a salas, generalmente para calificar de cara a los Óscar.
Otras cadenas, como Regal y Cinemark, sí proyectaron la película, pese a la constante negativa de Netflix a conceder una ventana de exclusividad a los cines como hacen otras plataformas.
AMC Theatres mantiene el pulso con Netflix y planta a Las guerreras k-pop
En una entrevista en el pódcast The Town, el director ejecutivo de AMC Theatres, Adam Aron, ha explicado por qué no han proyectado en sus salas Las guerreras k-pop y por qué no lo harán con ninguna película de Netflix mientras la situación no cambie, siendo consciente de que ellos también dejan de ingresar por esas proyecciones:
«No quiero ser un enemigo de Netflix, es una gran compañía. Me encantaría proyectar películas de Netflix en nuestros cines. Pero, volviendo a los principios, con Las guerreras k-pop, necesitamos una ventana de exhibición respetable.
Si hago algo así para Netflix, una ventana de dos semanas o algo así, ¿cómo le digo a Disney, Warner Bros., Sony o Paramount: ‘Sí, pero para vosotros son 45 días’? Eso no está bien».
Aron fue uno de tantos directivos que presionaron por llevar El irlandés, de Martin Scorsese, a salas en 2019, y quienes lidiaron con los estragos de la pandemia de coronavirus y las decisiones de los grandes estudios de priorizar el streaming.
Como dijimos al principio, la industria ha encontrado un punto de equilibrio con esos 45 días, que a veces son más y otras son menos. Lilo y Stitch, por poner un ejemplo con Disney+, ha ganado más de 1.000 millones de dólares antes de llegar a streaming, igual que sucedió con Vaiana 2 o Del revés 2.
Pero Netflix continúa cerrándose en banda y solo lleva las películas a la gran pantalla cuando ve posibilidades de estatuillas o para hacer eventos arbitrarios como el de Las guerreras k-pop, donde pudo ingresar más del doble si «compartiera la pelota» con más gente.
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Etiquetas: Netflix