Lo sabe absolutamente todo de ellos: sus gustos, aficiones, ocupaciones laborales, sus manías… Agripina Rodríguez Navarro, que el día 28 cumple 66 años, quiso viajar a Galicia desde su tierra natal, en Las Palmas de Gran Canaria, para ver, abrazar y compartir un momento de su vida con ellos.

No son otros que los concursantes vilagarcianos del conocido trío televisivo «Mozos de Arousa», formado por Raúl, Borjamina y Bruno, que se hizo famoso por su brillante y longeva participación en el concurso «Reacción en Cadena».

Desearía haberlo hecho el año pasado, pero una grave enfermedad le impedía desplazarse. Así que, más recuperada, convenció a su marido, el gallego Enrique Quintana Rodríguez, nacido en Betanzos hace 74 años –pero asentado en la «islas afortunadas» desde hace más de cuatro décadas–, para hacer ese deseado viaje este verano.

No quería ir a ningún otro sitio que no fuera Galicia, ahora para estar con los ‘Mozos de Arousa’ y en cuanto pueda, para ver y abrazar a Iago Aspas

Un desplazamiento de unos 2.000 kilómetros –entre coche, bus, tren y avión– desde su casa canaria hasta la ría de Arousa, pasando por Betanzos, que espera repetir pronto, pero esta vez para desplazarse a Vigo y tratar de conocer también a su otro gran ídolo, el delantero del Celta más carismático y popular, Iago Aspas.

«El niño de los mejillones»

«El ‘niño de los mejillones’ –así lo llama cariñosamente, en relación con el apodo de «príncipe de las bateas»– es mi otro ídolo, por eso no descansaré hasta conocerlo en persona», aseguraba Agripina Rodríguez mientras trataba de recomponerse tras la emoción vivida al conocer en persona a dos de sus tres admirados «Mozos de Arousa», Raúl y Borjamina, ya que Bruno no pudo acudir al encuentro a causa de los estudios que cursa.

¿Cómo surgió todo? Pues los canarios decidieron acudir de vacaciones en Galicia para poder recalar en Vilagarcía, donde empezaron a preguntar por el paradero de los «Mozos de Arousa».

Son parte de mi vida, y muy probablemente son parte de la vida de casi toda España

Fueron a la casa consistorial para tratar de dar con Raúl Santamaría, dada su condición de concejal, preguntaron a la Policía Local y a los vecinos, buscaron la sede de la asociación Arousa Moza, que precisamente abanderan los tres afamados jóvenes…

La Baldosa

En un momento dado acudieron a almorzar a La Baldosa, una conocida tapería, restaurante y vinoteca de la peatonal y popular calle A Baldosa, en pleno corazón de la ciudad vilagarciana.

Allí contaron su aventura a Manuel Gómez, el propietario del establecimiento, quien inmediatamente tiró de agenda para dar con los «Mozos de Arousa» y, tras conseguirlo, los invito a acudir a su local y organizó el emotivo encuentro de los jóvenes vilagarcianos con sus admiradores canarios, a los que incluso buscó alojamiento en la ciudad.

Así es como Agripina pudo cumplir su sueño –aunque de forma limitada, a causa de la ausencia de Bruno– y conversar de forma distendida con los «Mozos de Arousa».

Los miraba con ternura, les hablaba con cariño y los cogía de la mano como una madre que mima a sus hijos mientras las lágrimas afloraban en sus ojos.

El marido de Agripina la fotografía junto a dos de los jóvenes arousanos.

El marido de Agripina la fotografía junto a dos de los jóvenes arousanos. / M. Méndez

«Son parte de mi vida, y muy probablemente son parte de la vida de casi toda España», explicaba Agripina a FARO DE VIGO cuando era preguntada por las motivaciones y detalles de este viaje.

«No quería ir a ningún otro sitio que no fuera Galicia, ahora para estar con los ‘Mozos de Arousa’ y en cuanto pueda, para ver y abrazar a Iago Aspas», repetía.

Desde el principio

«Empecé a seguirlos en la tele en mayo de 2023 –precisamente cuando empezaron su participación en ‘Reacción en cadena’– y desde entonces he estado siempre pegada al televisor y pendiente de ellos», argumenta.

Lo sigue haciendo actualmente, cuando los jóvenes vilagarcianos conducen un programa, de un formato muy diferente, en Televisión de Galicia.

Mientras seguía acariciándolos, como queriendo asegurarse de que el momento que vivía era de verdad, Agripina se refería a Borjamina diciendo que es «un niño transparente y expresivo al que da igual meter la pata porque dice lo que piensa». Y mientras le tocaba el pelo advertía: «No le gusta que lo peinen hacia atrás».

«Este ojalá sea alcalde, y lo será con corbata azul», bromeaba al hablar de Raúl –edil del PP vilagarciano–, a quien recomendaba «llevar a la novia de viaje cuanto antes, como le ha prometido».

Un momento el encuentro en la popular calle A Baldosa de Vilagarcía.

Un momento el encuentro en la popular calle A Baldosa de Vilagarcía. / M. Méndez

«Lo sabe todo de nuestras vidas», exclamaba un sorprendido Borjamina, que como el propio Raúl, decía sentir «emoción y orgullo al ver que, tanto tiempo después de que participáramos en el programa, sigue habiendo gente que se acuerda de nosotros y nos demuestra su cariño».

«Es que se os tiene que querer», le interrumpía Agripina antes de insistir en que «desde el minuto uno han sido mi vida, por eso tenía muy claro que tenía que venir a Galicia para estar con ellos».

Unos mediáticos jóvenes «que son nuestros, de todos los españoles, y que durante su participación en el programa tenían con ellos un poquito de cada uno de nosotros, porque nos hicieron reír con sus bromas y travesuras, nos pusieron nerviosos, nos hicieron llorar…».

Por eso «en Canarias y en toda España estos niños gallegos han despertado tanta admiración y respeto», sentenciaba Agripina Rodríguez Navarro.

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