El cómico Miguel Campos, uno de los componentes y rostros habituales de La Revuelta que presenta David Broncano, ha concedido una entrevista al diario El País en la que ha hablado sin ningún tapujo sobre si se consideran un programa político.
Aprovechando su gira por España con el monólogo ¿Dónde está la gracia?, ha hablado de cómo será el inicio de la temporada y ha destacado que «lo importante, lo hemos hablado, es la audiencia», ha señalado, en tono irónico.
«Da igual el servicio público o hacerlo bien. Va a haber cebos, chantaje emocional, todos los trucos viejos de la televisión… ¡Se acabó ser un programa del que la gente se sienta orgullosa!«, ha señalado, en claro tono de humor, en su charla con la periodista Eva Baroja.
Respecto a si se avivará la polémica que surgió con El Hormiguero, ha confesado que «ya se ha agotado» y que le gustaría tener «polémica con otros como Pasapalabra, First dates, incluso con gente de la propia cadena», nombrando a la periodista Silvia Intxaurrondo.
Pero al ser preguntado sobre si La Revuelta es un programa político, no ha dudado ni un segundo en nombrar al programa que conduce Pablo Motos en Antena 3. «No, El Hormiguero es mucho más político que La Revuelta«, ha expresado.
«Hacemos comedia, pero hoy el baremo está muy bajo. Dices: ‘Ey, ¡viva la Sanidad pública!’. Y la gente contesta: ‘Vaya, ¡otro rojo!’. Joder, tío, ¿de verdad?», ha cuestionado el cómico.
Miguel Campos ha confesado que es «gracioso» que La Revuelta se haya convertido en «la punta de lanza del progresismo». «Es un indicio de lo huérfana que está la gente de izquierdas de líderes y proyectos que les ilusionen«, ha razonado.
«De repente, aparece un programa de televisión que toca el bombo y tira croquetas a la boca de Grison, y la gente dice: ‘¡Son ellos!’. Si la victoria que tiene la izquierda sobre la derecha es que La Revuelta le gane un par de veces en audiencia a El Hormiguero, algo tiene que cambiar en el proyecto ideológico«, ha sentenciado.