El nuevo entrenador del Covirán Ramón Díaz, que ha relevado en el banquillo a su compañero y amigo Pablo Pin, quiere echar raíces en el … club nazarí. Le costó mucho tomar la decisión de decantarse por asumir la dirección técnica del equipo granadino, justo en el momento que Pin optó por marcharse y dejó una vacante y un vacío difícil de cubrir, tras trece temporadas y desde el origen de la fundación de la entidad local, para Óscar Fernández-Arenas.
Pero la insistencia del presidente sobre uno de los técnicos que también había tenido en su edad de formación, cuando coordinaba los filiales en el extinto CB Granada, el Fundación ‘Cebé’ primitivo, fue determinante.
Así lo cuenta el propio Ramón Díaz, al que le ‘tiraba’ mucho volver a su tierra, siendo siempre considerado un hombre de la casa, pero que vivía un momento dulce en su carrera y estaba colocado en una lanzadera internacional que ni siquiera podía soñar, cuando una década atrás acompañó a su mentor Sergio Valdeolmillos a México como ayudante. «Me costó mucho decidirme», apunta Díaz, al que Fernández-Arenas le permitiría continuar con su progresión por América y no cerrarse las puertas que tenía abiertas de par en par en Canadá.
De hecho, entre las condiciones del acuerdo entre técnico y directiva se plasmó un permiso especial para ausentarse durante la ventana del mes de noviembre. Díaz era el elegido para hacerse cargo de la selección absoluta canadiense de forma interina, en esos días que además existe un parón en la competición doméstica.
En aquel momento el Covirán militaba en Primera FEB por su descenso, aunque mantenía la incógnita de si volvería a la Liga Endesa por la vía administrativa, como así ocurrió más tarde al no cumplir el Betis con los requisitos y ocupar su lugar.
Sin embargo, Ramón Díaz ha renunciado a la posibilidad del banquillo canadiense, otra decisión que le ha costado mucho. El granadino quiere centrarse y poner todos los sentidos y su tiempo en el Covirán. «Hay un refrán que dice que quien mucho abarca poco aprieta», dijo con una amplia sonrisa en el rostro.
Díaz apuesta, aunque sea debutante, claramente, por tanto, por la liga española y Europa. Será novato en ACB pero con una dilatada experiencia en la G-Leaque, México y Canadá, donde hizo un gran papel este mismo verano con sus selecciones menores, desde 2024, para dirigir a los sub 18 en la Americup masculina.
Como especializado en baloncesto formativo quiere crecer ya como primer entrenador en la élite.
Jordi Fernández le ayudó tras dejar el cargo en Canadá a Gordie Herbert, quien le cedería la batuta en noviembre por su compromiso con el Bayern Munich en la Euroliga. Pero Ramón Díaz opta ahora por elegir un camino más despejado. Estaba en una nueva encrucijada, aunque quiere ser ‘el Pablo Pin’ del futuro en Granada y España. Ramón, apunta, se alegra mucho por la progresión de su amigo Pablo y su paso al Baskonia y lo ve como un ejemplo de éxito y esfuerzo.