Al final del pasillo que conduce al teatro, hay coronas de flores blancas. Cuatro grandes libros negros están disponibles para condolencias y recuerdos.
Hay una entrada reservada y prioritaria para los empleados que celebraron aquí su 90 cumpleaños hace un año. El resto, accede por el paseo peatonal del número 59, con salida por Via Bugatti. La familia ha pedido que no se tomen fotos ni se graben vídeos.
El funeral está previsto para el lunes. Será privado. Se espera la asistencia de solo unas 20 personas y se desconoce el lugar de la ceremonia. Podría ser en Broni, en la zona de Oltrepò Pavese, cerca de Villa Rosa, donde el diseñador solía pasar los fines de semana y donde vive su hermana. Todas las tiendas Armani permanecerán cerradas durante el funeral.
Las redes sociales, y mucho más, se han llenado de cientos de testimonios de afecto y recuerdos: desde compañeros estilistas a numerosas personalidades y miembros de la realeza que han lucido sus creaciones.
Giorgio Armani deja legado cultural y artístico de brillante creatividad, vestidos de ensueño, memorables desfiles de moda y una fortuna que, según Forbes, se acerca a los 12.000 millones de euros. Armani seguía siendo Consejero Delegado, Presidente, Director Creativo y accionista único del grupo, que genera unos 2.300 millones de euros (2.700 millones de dólares) en ingresos anuales.
Los primeros en llegar: de Donatella al alcalde de Milán o Valeria Mazza
John Elkann y Lavinia Borromeo
STEFANO RELLANDINI/Getty Images
Entre los primeros en llegar a la capilla ardiente se encuentran John Elkann y su esposa Lavinia Borromeo. También, el presidente de la Federbasket, Gianni Petrucci; el entrenador del Olimpia Milano (equipo de Armani), Ettore Messina; el presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI); el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, que ha expresado la voluntad de la ciudad de incluir su nombre en el memorial conmemorativo del Cementerio Monumental de Milán; y Beppe Fiorello.