Carlos Martínez

Jueves, 4 de septiembre 2025, 17:03

| Actualizado 17:11h.

Regresamos al siempre dramático mes de septiembre. Volvemos a la tragedia de la vuelta a la normalidad, a la calamidad de descubrir que los problemas aún estaban ahí, a la desdicha de saber que tampoco este curso servirá de nada pagar el gimnasio, apuntarse a inglés o iniciar el coleccionable de coches. Por eso los estrenos nos consuelan trayéndonos jefes desalmados (para que los nuestros nos parezcan mejores), e historias reales (para que olvidemos que nuestras vidas no dan ni para un telefilm alemán de sobremesa).

La primera de esas experiencias auténticas la encontramos en ‘Expediente Warren: el último rito’. Eslabón final de una franquicia de diez cintas de terror que recuperó el clasicismo en el género al no abusar de los efectos especiales. Patrick Wilson y Vera Farmiga repiten en sus papeles de cazadores de eventos paranormales, en esta ocasión con una implicación personal en los sucesos. Lo curioso es que estas cintas, contra todo pronóstico (como el rapado de Alcaraz), gustan a la crítica al tiempo que a una pléyade de seguidores incondicionales.

El drama francés ‘Acosada’ nos trae a Omar Sy en un inusual papel de marido engañado. Todo empieza cuando su ex novia vuelve a la vida de su matrimonio, y eso genera los celos en su esposa que acaba entregándose a un compañero del curro. Un drama con tintes de thriller que, si alguien se acuerda, traerá a la mente la execrable ‘Atracción fatal’ (1987), o la infumable ‘Acoso’ (1994). Esta moralista película se queda a medio camino de todas sus propuestas, fallando más que el meteorólogo de la flota a Gaza.

Ester Expósito y Pedro Casablanc encabezan con acierto ‘El talento’, un duelo interpretativo de nivel interferido por otras historias colaterales que ralentizan el increscendo del guion. Una chica se encuentra en una fiesta modo ‘Elite’, donde sólo puede solucionar un problema sometiéndose a los deseos del padre de una amiga. Ya veis que volvemos a los noventa con el recuerdo de la mala de solemnidad ‘Una proposición indecente’ (1993), pero en realidad estamos hablando de la adaptación a la modernidad de una novela de los años veinte. El mundo cambia muy poquito, por eso todos los veranos tenemos incendios.

Lo que cuenta ‘Lo que aprendí de mi pingüino’ sucedió en verdad en Argentina en 1976, si no sería increíble la historia de un profesor inglés que se hace amigo de un pájaro bobo. Peter Cattaneo, director delone-hit wonder ‘Full Monty’ (1997), logra que no sea ni un ‘Liberad a Willy’ (1993) ni un ‘El club de los poetas muertos’ (1989). Tampoco es, a pesar de relatar las convulsiones socio políticas del país austral, un film denuncia. ¿Qué es entonces? Pues una simpática obra, con elementos arquetípicos y mensajes positivos, que se deja ver con placer.

Hace pocos años vimos con pavor como unos terroristas devolvían a Afganistán a la edad media y condenaban a las mujeres al infierno. Esos últimos días en Kabul con los occidentales huyendo los pudimos contemplar en los Telediarios, pero en ’13 días, 13 noches’ podremos meternos en la piel de un comandante de la embajada francesa que consiguió salvar a decenas de personas. Es un excelente relato bélico donde la tensión y la claustrofobia están tratadas con acierto e inteligencia.

Se reestrena (por el motivo que digo más abajo) uno de los destacados largometrajes españoles del año, ‘Sorda’. No desaprovechéis la oportunidad de disfrutar de un gran fresco sobre la maternidad y las discapacidades, rodado con inteligencia y mucho talento.

Voz en off. Mientras esperamos que el 17 de septiembre la Academia de Cine Español nos anuncie quien tratará de ser la nominada al Oscar a la Mejor Película Internacional, tenemos a las tres finalistas: ‘Sirat’, ‘Sorda’ y ‘Romería’. Sin duda tres de los trabajos más logrados de la temporada. Nosotros estamos con ‘Sorda’, hecha en nuestra región, con talento de aquí, y una realización excepcional.

Que tengáis una semana, y un curso, de cine.

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