Madrid
El primer informe publicado tras el accidente de funicular en Lisboa que el pasado miércoles dejó 16 muertos apunta a un fallo en el cable de seguridad, que «se rompió o se soltó» después de que el conductor accionara los frenos.
Las labores de recogida de pruebas han retrasado la publicación de un informe que se esperaba para este viernes pero que finalmente ha salido a la luz este sábado.
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La Oficina de Prevención e Investigación de Accidentes Ferroviarios portuguesa han confirmado en que el problema estuvo en el cable que unía las dos cabinas del funicular.
Tras haberse desplazado apenas 6 metros, el cable, que favorecía un sistema de contrapeso entre ambas partes, se soltó o se partió y dejó a la cabina superior caer sin resistencia.
El informe aporta, además, que el conductor accionó inmediatamente los sistemas de freno pero el vehículo ya había adquirido demasiada velocidad como para detenerse. Tras llegar a la curva, el funicular descarriló a unos 60 kilómetros por hora y, en apenas 50 segundos, se estrelló contra un edificio.
Las labores de mantenimiento, al día
Otro de los detalles que ha aportado el primer informe tras el accidente es que las labores de mantenimiento del vehículo estaban «al día».
Incluso, han añadido que esa misma mañana del pasado miércoles se había revisado el funicular, pero que este tipo de revisión no habría permitido detectar el fallo que provocó el accidente. Los autores del informe han insistido, además, en que aún no se conoce el error exacto y que su labor no es atribuir responsabilidades.