El Granada CF consiguió remontar el 2-0 que Chupete había colocado en el marcador en los primeros 20 minutos de encuentro. Un empate de sabor agridulce para unos que tenían la victoria en la mano y la dejaron escapar. Y otros que estuvieron cerca de completar la remontada con distintas acciones de peligro que evitaron los palos y el desacierto. Quien apenas dejó contento a nadie en La Rosaleda fue el arbitraje. Tres de los cuatro goles tuvieron que ser revisados por el VAR en situaciones de fuera de juego milimétricas. Polémica arbitral en el Málaga – Granada: descontento con el semiautomático y las decisiones de Lax Franco.
La primera revisión vino con el segundo tanto de Chupete, quien remató a placer después de una asistencia de cabeza en el área de Larrubia. En este caso, la imagen del semiautomático denota que el cordobés estaba bastante por detrás de la pelota y el tanto subió al marcador. Fue en sus dos siguientes intervenciones donde dicha herramienta dejó más dudas. En el primer gol del Granada, la jugada arranca con un pase en largo de posible posición antirreglamentaria milimétrica entre Murillo y Faye. No hay fuera de juego posterior en el pase a Bouldini. Pero, el gol subió al marcador por puros centímetros, según el semiautomático, debido a la posición del hombro del defensa malaguista.
El segundo tanto del Granada CF también se definió por un fuera de juego no existente debido a prácticamente las mismas dimensiones. En este caso, tras el rechace de Alfonso Herrero, la pelota queda suelta. Fue Pedro Alemañ quien gana la posición fácilmente a Jokin Gabilondo para rematar solo. Según la imagen, Murillo de nuevo rompe el fuera de juego por milímetros de su hombro al encoger los brazos después del disparo de Pablo Sáenz.
Además del descontento de La Rosaleda con las imágenes del fuera de juego semiautomático, poco gustaron muchas de las decisiones del colegiado murciano, Salvador Lax Franco. Sobre todo en cuanto al criterio de faltas, que enfadó mucho a los jugadores malaguistas.