En un momento en el que el minimalismo parece haberse consolidado como el ideal estético dominante, Isabella Breukers se permite tomar distancia. La diseñadora de interiores y creadora de contenido plantea un discurso que no busca contradecir por sistema, sino invitar a la reflexión. Sus palabras en el vídeo de su perfil de TikTok “Propagandas en las que no pienso caer, versión arquitectura interiorismo” es, en realidad, una invitación a pensar de nuevo cómo habitamos los espacios y qué papel juegan en la expresión de nuestra identidad.
En este sentido, Isabella Breukers propone que el hogar no sea un lugar neutral ni dictado por tendencias pasajeras, sino un espejo fiel de quien lo vive. Una casa, insiste, debe hablar de la persona que la habita antes que de cualquier moda.
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Tomar distancia con el minimalismo, según Isabella Breukers
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“Primero que todo, entender el minimalismo como la única forma de vida que funciona a largo plazo me parece totalmente falso”, afirma en el vídeo. Aunque reconoce que hay quienes se sienten cómodos en esa estética, ella prefiere un enfoque distinto. “Yo quiero entrar a tu casa y saber quién eres, qué te gusta, cuál es tu estilo, qué tienes para decir”.
No se trata de acumular objetos sin sentido, sino de entender la decoración como un lenguaje personal. Frente a la neutralidad extrema, la diseñadora apuesta por interiores con carácter, capaces de transmitir historias y emociones.
El valor del diseño local
Foto: @carlastep | ABEZ Design
Otro de los puntos que destaca en su intervención es la idea, todavía muy extendida, de que el diseño local pertenece a una esfera inaccesible. Para ella, esa percepción no se corresponde con la realidad: existen múltiples proyectos y marcas de proximidad que ofrecen calidad, singularidad y precios ajustados.
Su defensa del talento local va más allá de una cuestión económica. Supone, en palabras implícitas, un gesto de apoyo a los oficios y a la identidad cultural de cada lugar. Una invitación a mirar alrededor y descubrir piezas que enriquecen un interior con autenticidad y sentido.
Entre lo estético y lo práctico
Foto: Fhe.es. Realización: Paloma Pacheco Turnes. Arquitectura: Mónica Diago
Isabella Breukers se muestra también crítica con ciertos recursos que, aunque populares, considera poco justificados. Entre ellos menciona los accesorios que imitan libros de diseño para ocultar objetos cotidianos, cuya función decorativa resulta, en su opinión, cuestionable.
Del mismo modo, pone en duda la tendencia a eliminar por completo las separaciones en la vivienda. Reconoce el atractivo de la cocina abierta, pero advierte de las dificultades prácticas que conlleva una fusión total de ambientes: ruidos, olores y una falta de intimidad que puede comprometer la experiencia diaria de habitar. “¿Hasta qué punto es práctico tener tu cocina al lado de tu salón con el televisor?”, plantea.
La autenticidad como principio
Foto: Belén Imaz. Realización: Pete Bermejo. Interiorismo: Eva Maraver
El discurso de Isabella Breukers no responde a un rechazo frontal de las tendencias, sino a la voluntad de situar la autenticidad en el centro del interiorismo. Para ella, los espacios deben expresar la vida real de quienes los habitan, no solo reproducir lo que dictan las revistas o las redes.
Desde esa posición, su trabajo se convierte en un recordatorio de que el verdadero valor de un interior no reside en su grado de perfección formal, sino en la capacidad de reflejar la identidad de quien lo vive. Una perspectiva que, en tiempos de uniformidad estética, se erige como una alternativa creativa y profundamente personal.