El español Marcel Granollers y el argentino Horacio Zeballos se convierten en campeones del US Open de dobles después de derrotar en la final a Salisbury y Skupski, ambos británicos, por 3-6, 7-6(4) y 7-5 en 2 horas y 25 minutos. De este modo, consiguen su segundo Grand Slam de la temporada (el segundo de su carrera), ya que también vencieron en la arcilla de Roland Garros. Además, unas semanas antes se proclamaron campeones en la Caja Mágica del Mutua Madrid Open. A sus 39 y 40 años, respectivamente, están viviendo el que muy probablemente es su mejor año deportivo y se convierten así en la pareja de moda del tenis mundial.

En esta reedición de la final de Roland Garros de este curso, el español y el argentino tuvieron que remar a contracorriente después de caer en el primer parcial por 3-6. Fue un set rapidísimo, en donde ambas parejas se mostraron muy sólidas con su servicio y apenas dejaron opciones a los rivales para realizar rotura alguna. Con 3-4 en favor de los británicos llegó el break que les colocó 3-5 arriba y que después se convertiría en 3-6. Por lo tanto, si Granollers y Zeballos querían obtener su segundo Grand Slam del curso, debían dar la vuelta a una final que había comenzado cuesta arriba.

Granollers y Zeballos levantan tres bolas de torneo

La resiliencia del tándem formado por el español y argentino salió a flote en la segunda manga porque la situación tampoco era positiva para ellos. Con 3-3 en el luminoso, tuvieron que levantar hasta tres bolas de rotura para no irse en el encuentro. De este modo, siguió la igualdad entre las dos parejas y el set se decidió desde un tie-break que se antojaba agónico: si ganaban los británicos, serían campeones del US Open. En cambio, una victoria de Granollers y Zeballos forzaría la final a la tercera -y última- manga. Esto es lo que terminó pasando por un resultado de 7-4 y el título de campeón se decidió con dicho desenlace.

Haciendo gala de su experiencia habitual en el circuito de dobles, el español y el argentino, con 5-4 abajo en el set, llegaron a levantar hasta tres bolas de campeonato para mantenerse en la final. Eso les alzó muchísimo la moral, ya que en el siguiente turno de saque, hicieron un valiosísimo break que les colocó a solo un juego del campeonato. Marcel Granollers no falló en su servicio y después de un turno prácticamente impoluto llegó el triunfo para el español y el argentino, que -muy emocionados- no podían creerse lo que acababan de conseguir.