Cantaba la banda estadounidense de rock Green Day en, quizás, su canción más popular aquello de «Despiértame cuando termine septiembre -Wake me up when september ends»-. Y es que el mes de septiembre marca, para muchos, un antes y un después en el calendario tantas veces repudiado: la vuelta a la rutina después de un agosto que, para muchos, se destina para las vacaciones veraniegas.

Para quien esta vuelta a rutina queda muy poco para constatarse de manera definitiva es para todos aquellos niños y niñas que el próximo 10 de septiembre habrán de regresar a las aulas. Y, ante la ya cercana fecha, son muchos quienes adelantan sus compras y llenan ya las librerías y papelerías en búsqueda del material escolar. Muchos padres y, sobre todo madres, acompañan a los pequeños de la casa para que lo tengan todo listo en su regreso a las aulas.

El mayor gasto en estas compras lo supone, sin lugar a dudas, el de los libros de texto. Y es que estos libros, que habían sido en los últimos años desplazados por herramientas electrónicas como los libros digitales o las tablets, lo tradicional está volviendo de manera más gradual a las aulas.

«Durante unos años prácticamente no se vendían libros de texto para las aulas, pero hay muchos institutos que están quitando los eBooks y combinándolo con los libros, especialmente en los primeros cursos de la ESO. Es importante que los jóvenes sigan sabiendo buscar algo en un libro o un diccionario», señala Lourdes, trabajadora de Hipérbole, uno de los lugares más tradicionales de la isla para la compra de este material escolar.

Este cambio de tendencia tiene una repercusión directa en los bolsillos de los padres y madres, como es obvio. Beatriz, madre de Eric y Alba, asegura que se va a gastar «casi 700 euros en libros de texto entre ambos hijos. 400 con él y casi 300 con ella». Pese a lo importante de este desembolso no es crítica con la situación: «Es verdad que es un gasto grande, pero prefiero que estudien con libros de texto».

De una manera muy similar opina Raquel, una madre que acompaña a su hijo Carlos a hacer las compras para lo que será su primer año en el instituto. Los nervios ante este cambio tan drástico para el joven están a flor de piel. El cambio de centro implica para él un cambio en el material escolar: «Ya no quiere mochilas de ruedas, ni tampoco cosas que tengan dibujos infantiles», apunta la madre.

Respecto a ese regreso a los tradicionales libros de texto, señala que sí que se nota en el bolsillo: «Yo solo tengo un hijo, pero me sale a más de 300 euros este nuevo curso. Hay que comprarlo todo nuevo». Sin embargo, tiene también una valoración positiva de esto: «Los jóvenes de hoy en día ya pasan muchas horas delante de las pantallas. No creo que deban pasar todavía más también en las clases».

Última hora

Tal y como explica Lourdes, de Hipérbole, cada vez son más las personas que acuden durante los últimos días de agosto o la primera semana de septiembre a realizar sus compras, con la intención de evitar las colas que se forman en los primeros días de colegio. Por ello, durante estos días sí que se produce un gran tráfico de personas en estos días en ciertas horas punta, como la última hora de la mañana o la primera hora de la tarde.

En Carlin, otro de los puntos más habituales para esta compra de material escolar, su encargada, Verónica, coincide en que «cada año se van adelantando las compras, porque cada vez más colegios entregan la lista del año siguiente al terminar».

Sin embargo, aún son una mayoría los que esperan hasta última hora y el miércoles es el pistoletazo de salida -salvo para los colegios franceses e inglés, que ya han comenzado-. Será a partir del miércoles cuando se formarán las principales aglomeraciones en estas librerías.

Tendencias

Como en cualquier comercio, el material escolar también viene marcado por las diferentes modas y tendencias. Entre los más pequeños «siguen viniendo directamente a comprar las mochilas o estuches de los dibujos que más les gustan. Lo que es un clásico también son los equipos de fútbol. Los chicos sobre todo vienen buscando todo del Madrid o del Barça», señalan desde Hipérbole.