No pudo ser para el Unicaja, que cayó en la ‘final’ del Torneo Costa del Sol ante el Real Madrid en el que fue su … tercer examen de pretemporada y también el más exigente de todos los que afrontará antes de viajar a Singapur, el próximo domingo, un día después de disputar la Copa Andalucía. Dio una buena imagen el Unicaja pese a la derrota, que sometió al cuadro blanco por momentos en un encuentro marcado por los grandes parciales que consiguieron los dos equipos, por el debut de Chris Duarte y por los mensajes de ánimo al canterano cajista Dani Carrasco. De hecho, ambos equipos portaron una camiseta con el mensaje ‘Ánimo, Dani’ antes del comienzo del partido. Del intercambio de golpes salió victorioso el Real Madrid, que tuvo que sudar sangre para hacerse con su sexto Costa del Sol, que se convierte, de este modo, en el equipo más laureado en solitario, superando los cinco del Unicaja. Sergio Scariolo estuvo presente en el Carpena, pero no se sentó en el banquillo blanco y el equipo lo dirigió su ayudante, Luis Guil.

No pudo empezar mejor el Unicaja, que cuajó un primer cuarto casi inmaculado, frenando la mayoría de las ofensivas que planteaba el equipo que este domingo dirigía Luis Guil, el segundo del italiano, y aprovechando sus acciones de peligro, hasta el punto de lograr irse al cambio de cuarto venciendo de 13 puntos (28-15). Los más letales, a estas alturas de la película, fueron Kalinoski y Dylan Addae-Wusu, con cinco puntos cada uno. El norteamericano que el Unicaja reclutó para hacer las veces de base-escolta en estas tres semanas preparatorias cuajó una gran primera mitad, dejando acciones de mucha calidad en ataque y mostrándose inteligente en defensa.

Unicaja

Tyson Pérez (6), Webb (4), Kalinoski (14), Barreiro (2), Sulejmanovic (8), Manu Trujillo (2), Duarte (14), Tillie (5), Kravish (7), Perry (6), Dylan Addae-Wusu (12) y Butajevas (2).

82

89

Real Madrid

Sergi García (4), Campazzo (10), Okeke (10), Almansa (3), Garuba (6), Bruno Fernando (8), Tavares (12), Llull (22), Feliz (11), Grinvalds (2) y Bjelic (0).

La ‘trama’ cambió radicalmente cuando comenzó el segundo período. Ibon Navarro se decantó por un quinteto con los tres canteranos (los U22 Buatajevas y Manu Trujillo y Addae-Wusu) más Tyson Pérez y Webb III. El conjunto blanco endosó al Unicaja un parcial de 0-14 cuando se reanudó el juego, comandado por Tavares y Llull, cada uno en sus funciones. Los primeros puntos del equipo malacitano en el segundo período llegaron cuando se habían jugado ya más de cinco minutos, obra de Perry, que frenó la sangría blanca con un tiro de dos y cambió, por un momento, el signo del encuentro. A un parcial de 7-0 del Unicaja le siguió otro igual del Real Madrid. Del tanteo y dos primeros cuartos de lo más impredecibles salió ganando el equipo de Ibon Navarro, aunque por la mínima, que se armó para lo que le esperaba después.

Aguantó el pulso el Unicaja en el tercer cuarto, que puso los puntos sobre las íes al final. Fue un período en el que predominaron los tiros libres y los triples. Al festín que por momentos se dio el equipo con los tiros de tres se unieron primero Kalinoski y Tillie y después Duarte, que levantó al Carpena con uno muy vistoso, y Addae, que no bajó el nivel tras el descanso. Kravish, con algún rebote clave en la cara de Tavares y cinco puntos se erigió como el gran líder interior del equipo en este tramo. El ‘hype’ por el fichaje del dominicano se evidenció en la ovación que la afición le brindó a Duarte cuando fue sustituido al final, cuando apenas quedaban 50 segundos de cuarto.

El último período estuvo marcado, ya cuando se consumía, por las quejas hacia algunas decisiones de los jueces. Cogió carrerilla el Unicaja al principio, pero un parcial de 0-10 y la talla de los jugadores blancos se acabó imponiendo al final. No fue suficiente la renta de 13 puntos con la que el equipo de Ibon Navarro entró al último cuarto. Sufrió, no bajó los brazos y murió matando.

Las sensaciones, pese al resultado, no resultaron en absoluto negativas. Brillaron por encima del resto Kalinoski y Duarte, con 14 puntos cada uno, y el borrón, la mancha, la puso Sulejmanovic, que cometió cinco faltas personales y se acabó expulsando cuando quedaba casi un cuarto por delante. Addae se lució en un escenario hasta ahora inédito para él y ante un rival de altura, ante los ojos de una de las aficiones más numerosas y entregadas del país. La presión, como demostró, no fue un problema para él.