Madrid
Se está convirtiendo en costumbre despertar con un CEO despedido por mantener relaciones con una empleada. El último ha sido Laurent Freixe, consejero delegado de Nestlé desde hacía solo un año, que estaba siendo investigado tras varias denuncias. En su caso el problema no surge de la relación en sí -a pesar de que fuese el superior directo-, sino de haberla ocultado, algo prohibido por el código de conducta empresarial de Nestlé.
Las relaciones con compañeros no son algo tan extraño como podemos pensar, solo hay que hacer un poco de memoria para encontrar algún caso en nuestro círculo. Es más, un estudio realizado por Zety este verano desvela que 8 de cada 10 empleados han mantenido una relación con algún compañero de trabajo. Por otra parte, el 88% de los empleados considera que estas relaciones deben comunicarse a RR.HH. Lo cierto es que mantener una relación con un compañero, especialmente si se tiene el mismo rango de responsabilidad, no tiene por qué ser conflictivo.
Un ejemplo es la relación de Raquel Hermosilla y Roberto Jiménez, profesores de un colegio de La Moraleja, que han contado su experiencia en ‘A vivir’, con Javier del Pino. Aunque se conocen desde hace quince años, solo llevan tres saliendo. Ambos tuvieron pareja anteriormente y sus hijos acuden al mismo colegio. Una noche, después haber chateado hasta las tres de la mañana, se dieron cuenta de que ya no eran solo compañeros. Al no tener ninguno un puesto superior, su relación no supuso ningún problema y, por suerte, tanto amigos como familiares lo aceptaron sin reticencias.