El Ministerio de Cultura ha adquirido por 60.000 euros el retrato de Bernardo de Gálvez, héroe de Estados Unidos por su papel en la revolución americana. La compra del lienzo, atribuido a Mariano Salvador Maella, pintor de cámara de Carlos III, ha … sido gestionada por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes y se destinará al Museo del Ejército en Toledo, tal y como figura en la Plataforma de Contratación.

La pintura, fechada en torno a 1783, muestra al militar malagueño en el momento culminante de su trayectoria. Bernardo de Gálvez (1746-1786), nacido en Macharaviaya (Málaga), fue gobernador de la Luisiana y de las Floridas, capitán general de Cuba y finalmente virrey de Nueva España.

Su nombre ha quedado asociado a la independencia de Estados Unidos: desde Nueva Orleans organizó el envío de armas y pertrechos a los insurgentes y, en 1781, logró la rendición británica en Pensacola. Esta victoria, reconocida por George Washington como decisiva para la causa, le valió desfilar junto a él en Filadelfia tras la firma de la paz.

El retrato adquirido tiene una historia particular. Según explica Manuel Olmedo Checa, vicepresidente de la Asociación Cultural Bernardo de Gálvez, se conoce su existencia por una carta enviada por Oliver Pollock, comerciante estadounidense afincado en Luisiana, en la que solicitaba a Gálvez un retrato para remitirlo al Congreso de los Estados Unidos.

En los archivos nacionales norteamericanos se conserva el oficio del presidente del Congreso, Elias Boudinot, acusando recibo del retrato y comunicando que había sido aprobado para ser colgado en la sede legislativa. Aquella documentación, localizada por Olmedo en 2008 en el Archivo de Indias y confirmada un año después en los archivos estadounidenses, permitió reconstruir el rastro de la obra.

Olmedo detalla que, tras publicar su descubrimiento, un contacto de Washington le confirmó que el cuadro no estaba allí. «Entonces, nos planteamos: ¿Por qué no pintar uno en Málaga y lo enviamos?». El encargado de hacerlo fue el pintor Carlos Monserrate, fallecido el pasado enero. La obra fue entregada al Capitolio de Washington en 2014 y, desde entonces, cuelga en el edificio, junto a figuras como Thomas Jefferson o George Washington, como reconocimiento a la contribución española a la independencia norteamericana.

El cuadro original, el que ha adquirido el Ministerio de Cultura, permanecía en España, en manos de la familia de María de Haya Gálvez, Mirenchu, descendiente del aviador Carlos de Haya. El lienzo habría llegado a esa casa a mediados del siglo XIX, cuando las herederas de Matilde de Gálvez, hija del militar, subastaron los bienes familiares. Un antepasado de los De Haya adquirió entonces el cuadro, que permaneció en la residencia familiar durante más de 180 años.

Manuel Olmedo Checa subraya que, en Estados Unidos, existía un gran interés por adquirir el retrato original, con ofertas que podían alcanzar los seis millones de dólares, coincidiendo con los preparativos del 250 aniversario de la independencia. «Es una barbaridad. Claro, es el retrato de un gran héroe de Estados Unidos, sin el cual no habría habido independencia. Así de sencillo. Nunca le agradeceremos bastante a Mirenchu que no haya querido que ese cuadro salga de España. Es para poner flores a su paso».

La atribución del cuadro que pasa a manos del Ministerio de Cultura la realizó también Olmedo, basándose en documentación histórica que avalaba la autoría de a Mariano Salvador Maella. Sus investigaciones, publicadas a partir de 2010, habían señalado ya la pista del retrato y su vinculación con la misión diplomática de Pollock.

Bernardo de Gálvez fue nombrado en 2014 ciudadano honorario de Estados Unidos

Maella (1739-1819), formado en la Real Academia de San Fernando y figura destacada de la pintura cortesana junto a Francisco Bayeu, alcanzó en 1799 el puesto de primer pintor de cámara del rey, compartido con Francisco de Goya. Su estilo integró elementos del rococó tardío con los principios del neoclasicismo, y fue responsable de numerosas decoraciones en el Palacio Real y de frescos en la catedral de Toledo.

La compra por parte del Estado español se produce tras unos años en los que la figura de Gálvez ha ido ganando visibilidad en ambos lados del Atlántico. En 2014 fue nombrado ciudadano honorario de Estados Unidos, distinción concedida por Barack Obama y compartida solo con otras siete personalidades, entre ellas Lafayette, Winston Churchill y la Madre Teresa de Calcuta.

Ese mismo año se inauguró en su localidad natal la primera estatua en España dedicada al militar. La ciudad texana de Galveston y una estatua ecuestre en Washington D. C. recuerdan también su nombre.