La 80ª edición avanza con el duelo Vingegaard–Almeida en la carretera y un pulso social y político fuera de ella: detenciones en Galicia, macrodispositivos de seguridad, la diana sobre el Israel–Premier Tech y un director que admite vivir su peor momento en 16 años.

Un pelotón que corre entre pancartas y cordones policiales

La etapa Vegadeo–Monforte de Lemos destapó la olla a presión. Más de 50 colectivos gallegos —articulados por la Rede Galega pola Palestina— denunciaron “violencia policial y detenciones arbitrarias” bajo el lema “La solidaridad no es delito”. Hubo 10 arrestos (ocho en O Corgo y dos en Monforte); todos, en libertad a la espera de cita judicial. Entre los detenidos, la dirigente del BNG Rosana Prieto y activistas de Lugo por Palestina y BDS Galicia. En ese clima tenso se produjo la caída de Javier Romo (Movistar) tras la irrupción de un manifestante y la intervención de un agente en plena calzada.

En medio de la polémica de LaVuelta donde la organización le pide al equipo que se vaya de la carrera para «garantizar la seguridad», los israelíes compitieron este jueves con algún sobresalto y con MARCA presente dentro del coche.

La versión institucional: respeto a la protesta, tolerancia cero a los riesgos

Desde Pontevedra, el subdelegado Abel Losada pidió distinguir la protesta cívica de “grupos organizados” que buscan incidentes. En Valladolid, sede de la crono del jueves (27,2 km), el subdelegado Jacinto Canales activó un operativo de 450 agentes (300 Policía Nacional y 150 Guardia Civil) ante “indicios” de acciones más allá de colocar banderas fuera del recorrido. Recordatorio de sanciones: desde 150 hasta 650.000 euros, según gravedad. La IGC (asociación profesional de guardias civiles) reclamó blindaje no solo para los corredores, también para los motoristas de Tráfico que les abren paso.

Nuevas protestas para que salga de la Vuelta el Israel–Premier Tech

El foco sobre Israel–Premier Tech y el papel de Sylvan Adams

Las movilizaciones apuntan al Israel–Premier Tech, estructura financiada y abanderada por Sylvan Adams (66), que tiene conexiones con Netanyahu. El equipo, nacido en 2015 (Israel Cycling Academy → Israel Start-Up Nation → Israel–Premier Tech), ha ejercido de embajada deportiva del país. En esta Vuelta, decidió retirar “Israel” de los maillots “para priorizar la seguridad”, gesto que no ha frenado el debate. La entidad ACOM ha presentado una denuncia por delitos de odio contra “los responsables del boicot a LaVuelta”.

La Vuelta sigue su curso en Laredo

La ‘semana horribilis’ de Javier Guillén

En medio del vendaval, Javier Guillén se santiguó en la salida de Bilbao y reconoció en El Mundo: “Estoy pasando el peor momento de mis 16 años como director de la Vuelta. Es un problema inesperado y complicado con el equipo de Israel. No queremos meter la pata”. Y remarcó el marco normativo: “La UCI ya se pronunció: el equipo tiene derecho a participar. Nosotros no podemos vetar a Israel”.

Un aficionado estaba protestando en la 10ª etapa de LaVuelta por la situación de Israel y Palestina y, portando la bandera del país palestino, casi arrolla a un corredor. Tuvieron que intervenir agentes de seguridad.

El ruido trasciende el deporte: el ministro José Manuel Albares defendió excluir a la escuadra, mientras Netanyahu alabó el “coraje” del equipo por “no ceder ante el odio”. La tensión salpicó a la organización cuando unas palabras de Kiko García (director deportivo de LaVuelta) fueron interpretadas como una invitación a que el equipo se retirase. Óscar Guerrero (director del Israel–Premier Tech) replicó: “Solo queremos correr; nos duele que nos llamen asesinos”.

Guillén insiste en una línea: “Prudencia extrema, respeto a la legalidad deportiva, respeto a los manifestantes y garantía de seguridad para aficionados y corredores”. Asume que las protestas podrían intensificarse camino de Madrid.

El director de la Vuelta habla sobre lo acontecido en la etapa de este domingo.

Voces del pelotón

Jonas Vingegaard lo verbalizó en TV2: “La gente protesta por una razón. Es terrible lo que está pasando. Necesitan ser escuchados”. Entre el silencio prudente y el temor a incidentes, el grupo mantiene el guion deportivo como puede.

Seguridad hasta la meta… y polémica ambiental

La polémica también espera en la Bola del Mundo. Ecologistas en Acción ha convocado una concentración el sábado por el final en Guarramillas dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, que consideran contrario al PRUG; la Comunidad de Madrid defiende que el impacto es mínimo y ha emitido informe favorable. La etapa encadena La Escondida, La Paradilla, Alto del León, Navacerrada y la Bola (rampas cementadas hasta el 22%): juez casi definitivo antes del paseo por Madrid.

El deporte, pese a todo

Con el ciclismo español agarrado a triunfos parciales y el duelo Vingegaard–Almeida todavía abierto, la carrera retoma la marcha con la Etapa 16 (Poio–Mos, 167,9 km): jornada quebrada, cuatro puertos (A Groba y Prado, de 1ª; final en el Alto de Castro de Herville, 2ª) y 3.742 m de desnivel. Un día de fuga… o de emboscada en la general. Después, crono de Valladolid y Bola del Mundo decidirán entre pancartas, vallas y un perímetro de seguridad pocas veces visto.