Nadie entiende ya a Jon Jones. El americano anunció su retiro de las artes marciales mixtas el pasado 22 de junio, después de abandonar las negociaciones para enfrentar a Tom Aspinall en su nueva defensa del título del peso pesado. Tras abandonar el deporte, la UFC dio al inglés el cinturón indiscutido, y cerró el primer combate del nuevo monarca ante Cyril Gane. Ni rastro había ya de Bones. Sin embargo, después de que Dana White oficializara las negociaciones para llevar al conglomerado a la Casa Blanca, el estadounidense ha cambiado de opinión: está activo, en el plan antidopaje de la corporación y en busca de pelea.
«No estoy retirado, estoy entrenando activamente 5 días a la semana y estoy en el Plan Antidopaje de la UFC… Estoy entrenando para el evento de la Casa Blanca, estaré listo para el evento… Pero en última instancia, la decisión final depende del jefe (Dana White)», manifestó Bones, en una de sus intervenciones con la prensa en la alfombra roja de los Premios VMA.
Dana White descartó, casi al completo, la presencia de Jon Jones en la velada de la UFC en la Casa Blanca. El CEO de la compañía fue contundente con la prensa, en un postulado que dio la vuelta al mundo: «No he hablado con él y no apostaría nada por él. Las probabilidades de que Jon Jones esté en la cartelera de la Casa Blanca son de una entre mil millones«, apuntó White, muy contundente. «¿Qué hará él en los próximos dos meses o tres para que yo pueda confiar realmente? Ya dije que no confío en él…», añadió el máximo mandatario de la promotora reina de las MMA.
La desconfianza del CEO de la UFC reside en las complicadas negociaciones que entabló con Jon Jones para cerrar su pelea con Tom Aspinall. La compañía ofreció a Bones cantidades exuberantes de dinero, desembolsos jamás vislumbrados dentro del conglomerado de MMA más grande del planeta, para después rechazar un enfrentamiento con el inglés y dejar tirados a los matchmakers de la corporación. Así, Honey Badger heredó el título vacante del peso pesado después de la retirada momentánea de la leyenda de la disciplina.
Lee también
Jon Jones, sin embargo, decidió reposar toda responsabilidad sobre Dana White en el asunto de su presencia en la velada de la Casa Blanca, pese a las contundentes palabras del CEO en el pasado: «La verdad es que no sé mi situación. Ahora mismo está un poco fuera de mi control. Estoy entrenando para el evento, estaré listo para el evento, ese es mi objetivo, esa es mi intención, pero como digo, al final la decisión está en manos del jefe», zanjó.