En agosto 1932, Federico García-Lorca visitaba de nuevo A Coruña, en esta ocasión inmerso en una gira de La Barraca para interpretar en el teatro Rosalía tres entremeses de Cervantes y ‘La vida es sueño’. En su fugaz paso por la ciudad, Lorca se fotografiaba junto a los integrantes de La Barraca en un lugar que, el pasado abril, El Ideal Gallego logró identificar frente a la fachada del Gran Hotel La Perla, en lo que hoy es el número 23 de Juana de Vega.

 

 

 

Tras la ubicación de esta imagen, ha surgido una propuesta para homenajear al creador granadino en el mismo lugar en el que fue inmortalizado. La idea surge del librero, editor y dinamizador cultural Manuel Arenas. Propone la creación de una estatua, “una imagen de bronce o parecida a la que está en Santiago”, apunta recordando la imagen de Lorca que se colocó bajando la escalinata de la Alameda, en Compostela. Su idea plantea colocarla “en el mismo lugar donde se hizo la foto, allí en Juana de Vega”, que vendría a ser en lo que hoy es la mediana. “Buscando la perspectiva, es situarla en el mismo sitio”.

 

En bronce

“Creo que es algo fundamental”, asegura Arenas sobre esta propuesta de homenaje a Lorca, “porque es algo que mucha gente desconoce”, añade en relación a las visitas del creador acompañando a la compañía teatral. “Es recordar la historia, recordar de alguna manera a Lorca, igual que la figura de Picasso u otros literatos insignes que han pasado por la ciudad, como Cela o Valle-Inclán, dejar ese testimonio, que puede ser de bronce”.

 

Foto lorca coruna 19551455La instantánea de La Barraca, con Lorca detrás en el centro | Foto Cancelo

 

Incide en este último aspecto Arenas, que asegura que “no tendría mucho coste para el Ayuntamiento y quedaría como patrimonio de la ciudad, también a nivel turístico y cultural, recordando un hecho histórico como es que Lorca estuviera en la ciudad”. Para la recreación, recuerda que el granadino vestía el icónico mono azul de La Barraca por lo que sería fácil recrear su figura tomando como referencia la mencionada escultura compostelana.

Esa visita de agosto de 1932 no era la primera que el granadino rendía a la urbe herculina, ya que ese mismo año ofreció una conferencia en el antiguo teatro Linares Rivas, un acto en el que, tal y como recogía El Ideal Gallego en la época, finalizaba con un notable aplauso a García Lorca. Pero años antes, en 1916, ya había visitado la ciudad, en aquella ocasión inmerso en un viaje de estudios en el que quedó cautivado por la ciudad, la Torre de Hércules y, por encima del todo, por el océano Atlántico, que veía por primera vez.