La tragedia ha rondado la vida de Jean Silva (16-2, 12 KO) desde bien temprano. Sus nuevos días como competidor dentro de la UFC no opacan los turbulentos sucesos de su infancia y adolescencia, que son buena parte de la motivación que utiliza para cada uno de sus despliegues profesionales dentro del octágono más exigente del mundo. Sin una madre presente y tras ver de primera mano cómo mataban a su hermano a base de disparos, Lord afronta ahora la pelea decisiva de su vida, una cita con las MMA donde tiene más presente que nunca a aquellos familiares que no pueden disfrutar los frutos de sus desempeños dentro de la compañía.
«En el mes, la semana y el día de la pelea, siento profundamente la presencia de mis seres queridos fallecidos, así que no puedo sentirme mal por estar en un lugar donde siento la presencia de mis seres queridos. Es un momento de mi vida en el que me siento más cerca de mi hermano, que ya no está. Así que estar ahí para mí es… es como charlar con él, sentarme a tomar un café. Siempre es el día más feliz de mi vida«, confesó Silva, en una de sus entrevistas previas a su nuevo pleito sobre el octágono.
El brasileño presenció cómo violaban a su propia madre y, después, ella misma acababa con la vida de sus asaltantes. Creció sin figura materna, después de un encarcelamiento por asesinato que atormentó su vida durante buena parte de su crecimiento, y que también toma acto de presencia en sus días como competidor de MMA: «Sufro por lo que pasó con mi madre. Me duele, me duele muchísimo todo lo que le pasó: desde la violación, el encarcelamiento, la pérdida de un hijo…«, confesó.
Una madre que tuvo que acabar con sus asaltantes por métodos propios, y que sufrió la muerte de uno de sus hijos en las peligrosas calles de Brasil. Jean Silva fue testigo de cómo acababan con la vida de su hermano, cuando todavía era un niño. El brasileño, en uno de los vídeos promocionales para su pelea en Noche UFC, ha relatado cómo vivió aquel trágico suceso: «Cuando mi hermano falleció, recuerdo que fue cuestión de minutos. Vi el primer disparo. Luego oí el segundo, luego el tercero, el cuarto, el quinto. Recuerdo que me quedé a su lado, agarrándolo fuerte… ¿Sabes? Como si me tuviera ahí. Fue entonces cuando murió mi hermano«, expresó.
«Fue con la muerte de mi hermano que nació, no sé… Esta ‘entidad’ o ‘espíritu’ en mí. ‘Lord’ vino a la vida cuando mi hermano se murió, y él me protege. Me protege de muchas cosas. Pero él (‘Lord’) puede ser caos también», añadió.
Jean Silva ha convertido de sus ladridos en el fenómeno viral que ha catapultado su fama entre los aficionados a las artes marciales mixtas. El significado, aunque pueda parecer una simple recreación de un can enrabietado, es aún más profundo: el brasileño honra a su hermano, quien regaló al joven competidor un perro a quien ya imitaba en su infancia, y que marcó la relación entre ambos.
«Siento la presencia de mi hermano de una forma que solo siento cuando estoy aquí… ¿Sabes? Los ladridos vienen de mi hermano. Me regaló un perro de pequeño en una tienda Hotmart, y desde entonces empecé a expresar mis emociones ladrando mientras jugaba, veía la televisión, en la escuela. Sufrí mucho por eso, porque era como un tic nervioso«, dijo, en su entrevista post combate, después de vencer a Drew Dober.
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Las trágicas experiencias que Jean Silva ha tenido que superar durante su vida son hoy el sustento de una carrera deportiva que vivirá un momento decisivo este fin de semana en Noche UFC. San Antonio dictará sentencia en cuanto a la conversación titular del peso pluma con un eliminatorio entre Lord y Diego Lopes, en el conglomerado de artes marciales mixtas más grande del planeta.