Más que un bar, un 'Punto de encuentro' para ciclistas

B. V.

El establecimiento, ubicado en la carretera entre Maruri y Mungia, ofrece a los deportistas menús especiales


Bruno Vergara

Miércoles, 10 de septiembre 2025, 16:13

| Actualizado 18:57h.

En estos tiempos en los que la velocidad lo domina todo, en la que las marcas en ‘Strava’ son casi más importantes que disfrutar sobre la bicicleta, es conveniente tomarse un respiro. Una pausa merecida, una charla entre desconocidos que comparten la misma pasión y un buen tentempié para continuar el recorrido. Y es que hay dos tipos de rutas en bicicleta: en las que uno no hace parada y en las que, antes de salir, ya está marcado en el mapa el punto donde hacer un paréntesis. Ese bar que se asemeja a un oasis tras decenas de kilómetros apretando los pedales sobre el sillín.

Entre Mungia y Maruri hay un establecimiento hostelero que desde hace unos meses despierta la curiosidad de muchos cicloturistas. Está ubicado junto a una carretera por la que transitan cientos de ciclistas al día. Es ‘Punto de encuentro’, un bar-restaurante cuyos propietarios han decidido cuidar con mimo a los amantes del ciclismo. Cuando uno pasa por la cuneta, se topa con una bicicleta antigua que luce una rueda trasera roja y con un cartel que reza ‘Especial ciclista 6 euros’. Es el gancho perfecto para los aficionados a este deporte. Un «temtempié» que consiste en chorizo, huevo frito, beicon acompañado de pan y bebida.

Tras la barra están Adriana y Daniel, un matrimonio colombiano que lleva 16 años en España. Viven en Fruiz, a unos ocho kilómetros del bar. Una pareja que se atrevió a levantar hace tres meses la persiana de un establecimiento que llevaba cuatro años cerrado. A las 5.30 de la mañana ella ya está preparando los pintxos, que les da salida una hora después, cuando los trabajadores de las empresas cercanas se pasan a desayunar. «Son muchos los que se piden el ‘Especial ciclista’», afirma la responsable del local. Un bocado que lo hace «al momento», al igual que los bocatas. Además, también hacen tortillas «por encargo».

En este bar también ofrecen un menú del día por 13,50 euros. En el interior hay varias mesas y para los que desean estar fuera, una amplia terraza con varias sombrillas. Un lugar idóneo para la parada de la grupeta. Además, el bar ofrece a los ciclistas un patio interior donde dejar las bicicletas, para evitar un posible robo.

Sin duda, no solo un bar donde parar, sino un lugar para crear un punto de encuentro entre ciclistas. Un establecimiento donde los parroquianos comparten una misma pasión, un ciclismo donde no importa la velocidad, sino disfrutar con su práctica.

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