El torero aragonés Imanol Sánchez ha dirigido un duro mensaje a David Broncano en redes sociales a propósito de La Revuelta, el nuevo formato del presentador en RTVE. En un hilo publicado en X (antes Twitter), Sánchez afirma respetar la postura antitaurina del comunicador, pero le reprocha que, tratándose de una televisión pública financiada con impuestos, el programa muestre “un sesgo ideológico único” y no incorpore voces taurinas en su debate.

La tauromaquia sigue siendo uno de los asuntos culturales más divisivos en España. Mientras una parte de la sociedad la reivindica como patrimonio cultural y motor económico-turístico en numerosas localidades, otra la rechaza por motivos éticos y de bienestar animal. Ese choque se traslada periódicamente a los medios y a las redes, donde figuras públicas —como Broncano— suelen explicitar su postura.

“Tu programa, que pagamos entre todos —también los taurinos—, debería reflejar esa diversidad… Si de verdad quieres que tu espacio sea un escaparate abierto y representativo, falta la voz de un torero”, escribe Sánchez, quien propone que La Revuelta invite a un profesional del toreo para confrontar argumentos “desde la discrepancia” y demostrar que “en una democracia caben todas las opiniones”.

El núcleo de la crítica: pluralismo en RTVE

El mensaje de Sánchez pivota sobre una idea: la obligación de pluralidad que, a su juicio, debe regir la programación de RTVE. El diestro sostiene que los aficionados y profesionales del toreo también contribuyen al sostenimiento del servicio público —cita como referencia la recaudación por IVA vinculada al sector— y, por tanto, reclaman representación en un espacio de máxima audiencia.

Además, recalca que el mundo del toro “no es ajeno a la sociedad actual”, reivindicando su capacidad para “respetar, convivir y debatir con argumentos”, frente a los estereotipos que, según denuncia, les tildan de “casposos”.

Un emplazamiento directo a La Revuelta

Más allá del reproche, el torero formula un reto explícito a Broncano: sentar a un torero en su plató. En su opinión, esa invitación serviría para ensanchar el marco del programa, evitar la “voz única y discordante hacia la tauromaquia” y enriquecer el diálogo con un contraste real de puntos de vista.

“Otra cosa es que… se tenga miedo… de llevar otro punto de vista a quienes se han dejado guiar por una voz única”, zanja Sánchez, en un cierre que redobla el tono del rapapolvo y subraya la dimensión polémica y cultural del debate.

El aterrizaje de La Revuelta en la parrilla de RTVE ha reactivado el debate sobre qué temas y qué voces deben ocupar el prime time de una televisión pública. El mensaje de Sánchez incide en esa cuestión de fondo: ¿cómo garantiza RTVE la pluralidad en programas de entretenimiento donde, además de humor, se abordan asuntos de interés general?