Van tres de tres. Tres festejos, la corrida del día 8 y las dos novilladas que apenas han permitido a los toreros hacer nada lucido y tampoco, por lo menos hoy a las cuadrillas. Mansos, con falta de casta y complicados hoy, el tercero peligroso, que ha cogido de forma aparatosa a Alejandro Quesada, que le ha impedido matar al segundo de su lote, que iba a ser el sexto de la tarde, a la postre el que dio alguna posibilidad, ya que tuvo un pitón derecho potable, mientras que por el izquierdo fue como la tónica general, deslucido.
Con ese material, ni siquiera las cuadrillas pudieron lucirse, ya que no se centraron, fueron a su aire y varios recibieron un puyazo de cada picador, en el titular y en el de la puerta. En el primero de la tarde y en el cuarto, los dos novillos probaron las varas de los dos picadores, Alberto Holgado y Héctor Gonzalo, por lo que la mansedumbre de los novillos quedó patente. El segundo, apenas recibió un puyacito de Rafael Campos, saliendo suelto del caballo y el tercer novillo se llevó un regalo de Tomás Copete y Cristian Romero, solventes, aunque difíciles. El cuarto también recibió de Holgado y Gonzalo Piña, arreando en manso y en quinto, sobrero del mismo hierro, buscó la vuelta en el caballo y después arreó. En el sexto, le costó cogerlo a Cristian Romero, aunque una vez lo tuvo, le dio un buen puyazo.
Las faenas. Los lidiadores tuvieron lo suyo, pues el primero se iba suelto y fue difícil ponerlo en suerte por parte de Rafael González, al igual que le ocurrió a Manuel Reyes en el segundo y a José María Arenas en el tercero, calco del cuarto en manos de David Salvador. Daniel Duarte anduvo fino con el sobrero quinto y muy efectivo Jesús González.
Con los palos, sin duda hay que destacar, no obstante, a José María Arenas, que en el sexto de la tarde, puso dos pares de antología, dejándose ver, andándole con torería, reuniendo abajo y levantando los brazos en la cara, clavando arriba con mucha autoridad, saliendo airoso y pinturero del trance, debiendo saludar al respetable que se lo requirió.
David Salvador y Pablo García fueron efectivos en el primero de la tarde, al igual que Daniel Duarte y Juan Antonio Maguilla en el segundo, eficiencia que también tuvieron Jesús González y Ramón Martínez en el tercero. Complicado fue de banderillear el cuarto, clavando Rafael González y Pablo García y un gran primer par de Manuel Reyes al quinto.
Menos mal que la tarde nos la endulzó Andrea, una vecina de tendido, que nos obsequió con unos dulces de puerta grande, hechos en su obrador, la panadería Guadalimar, dignos, por otra parte, de las mejores tardes, porque embistieron por derecho y las ovaciones fueron cerradas.
Fue lo mejor de la tarde.