Carlos Nieto

Jueves, 11 de septiembre 2025, 21:11

Jon Rahm tuvo este jueves un irregular inicio en el BMW PGA, torneo en el que busca romper una sequía de un año sin títulos y llegar con la moral por las nubes a la Ryder Cup de Nueva York dentro de dos semanas. En Wentworth, donde colecciona dos segundos puestos y un cuarto, se le ha puesto cuesta arriba soñar por lo más alto. Con una tarjeta de -1, se coloca al filo del corte y está a siete golpes de los colíderes Ludvig Aberg, su compañero en el equipo europeo, y Tom Vaillant. El mejor español del día fue el donostiarra Adrián Otaegui (-5), que compite bajo bandera de Emiratos.

Apenas habían pasado 45 minutos del inicio del partido de Rahm –arrancó a las 13.45 horas de España, una menos en Londres– cuando el bocinazo por tormenta eléctrica mandó a los jugadores de vuelta a la Casa Club. La pausa se alargó durante hora y media. Los últimos golpes del vizcaíno antes del parón fueron dos putts que supusieron el primer bogey del día, un error del que se recuperó tras la reanudación al aprovechar el primer par 5 del campo. En ese cuarto hoyo pateó incluso desde once metros para eagle.

Sin embargo, no le duró demasiado su nuevo periplo al par de Wentworth. Rahm cometió dos fallos de forma consecutiva en los hoyos 5 y 6. En el primero, un par 3, la salida fue horrible, el approach inmediato insuficiente y el putt posterior de tres metros muy corto. En el siguiente, desde la calle no encontró green y fue a parar a un búnker del que se enredó al sacarla. Se dejó un compromiso de seis metros que tampoco entró. En un visto y no visto el de Barrika se desplomaba en la tabla con apenas un tercio del recorrido completado.

1. Tom Vaillant (FRA) -8

-. Ludvig Aberg (SUE) -8

3. Casey Jarvis (SUD) -7

4. Antoine Rozner (FRA) -6

-. Matt Fitzpatrick (ING) -6

-. Richie Ramsey (ESC) -6

-. Joakim Lagergren (SUE) -6

8. Justin Rose (ING) -5

-. Adrián Otaegui (EAU) -5

-. Shane Lowry (IRL) -5

-. Viktor Hovland (NOR) -5

-. Oliver Lindell (FIN) -5

-. Darren Fichardt (SUD) -5

-. Ewen Ferguson (ESC) -5

-. Sam Bairstow (ING) -5

67. Jon Rahm (ESP)-1

El nivel de juego no mejoró y Rahm sufrió de lo lindo para firmar pares. Se dejaba putts larguísimos que hacían en una quimera el birdie. Lo tuvo en su mano en el hoyo 8, cuando de forma incomprensible no acertó desde apenas metro y medio. Un par tras otro hasta que en el 11 volvió a tropezar para caer hasta +3. En ese momento, después de fallar un putt para par de cuatro metros, solo seis jugadores tenían una tarjeta peor a la del campeón del LIV, que se recuperaría en el siguiente desafío al aprovechar otro par 5, su salvavidas en un día aciago que por momentos se dio bajo un fuerte aguacero.

Rahm compartió recorrido en Wentworth con dos compañeros de la Ryder como Rory McIlroy y Shane Lowry.

Rahm compartió recorrido en Wentworth con dos compañeros de la Ryder como Rory McIlroy y Shane Lowry.

AFP

A partir de entonces se desataron una serie de acontecimientos que convierten al golf en uno de los deportes más imprevisibles. Rahm cogió la calle del 13, pero rozó sin querer la bola con su palo al aproximarse. Tras varios minutos de discusión con el árbitro, le cayó un golpe de penalidad. Acto seguido, su hierro mandó dejó la pelota a diez metros de bandera mientras no ocultaba su enfado con la decisión tomada por el juez. Entonces, contra las cuerdas, embocó ese putt para salvar el par que en condiciones normales hubiese sido un birdie. Hasta ese momento, por cierto, no había acertado desde más allá de un metro.

Desde la arena

Cosas del golf, el hoyo 15 regaló uno de los golpes de la jornada, de nuevo con el vizcaíno de protagonista. De la calle se fue al búnker y desde la arena, con el talud encima, ofreció un espectacular chip que acabó con la bola en el agujero. Con esa ‘delicatessen’ subió a +1, y después al par tras un hierro sensacional que le brindó un putt de dos metros que no perdonó. Y en el par 5 del 17, tras irse a los árboles, tuvo margen de recuperación y acertó desde seis metros, ya en el green. Para terminar, arregló su visita al agua en el último hoyo, en el que pudo salvar el par.

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