Los tratamientos contra el cáncer se centran en destruir las células tumorales sin dañar al resto sanas. Esta tarea no resulta nada sencilla y más, porque las células cancerosas cuentan con un mecanismo de resistencia que les aporta armas muy poderosas contra la quimioterapia. Ahora, un equipo del CABIMER, centro mixto CSIC-US-UPO-Junta de Andalucía, ha identificado una proteína fundamental para la oposición de los tumores a los tratamientos.

Recreación del proceso de replicación de células tumorales.

Los investigadores han identificado factores que amenazan la supervivencia de las células en ausencia de mecanismos de vigilancia del ciclo celular, como en el caso de los tumores. Además, sugieren el posible papel de una proteína en la supervivencia de las células tumorales, ya que estas acumulan mutaciones que les permiten ser resistentes a tratamientos como la quimioterapia.

Cuál es la proteína fundamental para la resistencia de las células cancerosas

El estudio de CABIMER ha revelado que la proteína humana PrimPol es la responsable de la resistencia de las células tumorales a los tratamientos de quimioterapia. Según los ensayos realizados, cuando es expresada en levaduras como organismos modelo, muestra la capacidad de prevenir la degradación masiva del ADN que ocurre cuando fallan estos mecanismos de vigilancia.

El material genético (ADN) ha de replicarse de manera eficiente y fidedigna en cada división celular. Este proceso es el periodo más vulnerable del ciclo celular, por tanto, es esencial identificar los factores que pueden alterarlo. Uno de los principales mecanismos de vigilancia del ciclo celular es el punto de control de replicación, conservado por la evolución desde levaduras hasta humanos. Este punto de vigilancia supervisa la correcta replicación del ADN y, en caso de daño, coordina los sistemas de reparación, parando el ciclo celular.  Cuando falla, la célula se vuelve especialmente vulnerable al daño en el ADN, lo que conlleva consecuencias letales irreversibles. 

Belén Gómez González, investigadora de la US, junto a Iván Núñez Martín, primer autor del trabajo.

Publicado en la revista Nucleic Acids Research, el trabajo, cuyo primer autor es Iván Núñez Martín, identifica además tres factores específicos (Rad51, Mus81 y Rad5) como responsables de esta toxicidad, utilizando la levadura como organismo modelo. Aunque normalmente ayudan a la progresión de la replicación, estos mismos factores son responsables de la degradación masiva del ADN recién sintetizado en células que carecen del sistema de vigilancia, como ocurre en la mayoría de las células cancerígenas.

Factores para la quimioresistencia

«Dado que las células cancerosas acumulan mutaciones en el punto de control que les permiten tolerar la proliferación celular descontrolada, estos hallazgos sugieren que la adquisición de mutaciones adicionales en factores como los identificados en este trabajo podrían ser responsables de quimioresistencia al promover la supervivencia al daño”, indica Belén Gómez González, investigadora de la Universidad de Sevilla (US) que ha liderado el proyecto.