La escudería Ferrari lleva años atravesando tiempos convulsos en la Fórmula 1. Los cambios que se han producido en la estructura del equipo no están teniendo resultados en el Mundial y los dedos señalan directamente a Frederic Vasseur, jefe de equipo.

El francés relevó a Mattia Binotto y a pesar de que los objetivos de la marca italiana y Sauber son muy diferentes, parece que en Suiza están algo más felices que en Maranello. Y es que además de estar inmersos en la lucha por liderar la zona media -después de años siendo el último equipo- están próximos a pescar en el río revuelto de Ferrari.

Tras la marcha de Enrico Cardile la pasada temporada a Aston Martin -aunque ha estado un año ausente cumpliendo el período de gardening-, el siguiente en marcharse es Wolf Zimmermann, acompañado de Lars Schmidt.

Lewis Hamilton, con la mirada perdida en la rueda de prensa previa al GP de Hungría.

Con el alemán, Binotto conseguiría así llevarse a quien ha sido la piedra angular del departamento de motores de la era híbrida en Ferrari desde su llegada en 2014 procedente de Mercedes.

Además de Zimmermann, se va también Lars Schmidt, quien ha sido su adjunto, provocando una estampida que no deja bien situado a los de Maranello a falta de 90 días para que se lleve a cabo la homologación del motor.

Contras las cuerdas

A falta de hacerse oficial, la mera posibilidad de una salida tan tardía de dos figuras clave en un momento crítico sugiere que la Scuderia podría estar atravesando una fase de inestabilidad preocupante.

La fecha límite impuesta por la FIA para aprobar la especificación definitiva del motor se acerca aceleradamente, y la salida abrupta de Zimmermann -el visionario responsable del diseño de la unidad de potencia- junto a Schmidt -su mano derecha y jefe de desarrollo del motor endotérmico- supone una sacudida técnica importante en Maranello.

Frederic Vasseur, jefe de Ferrari, durante el Gran Premio de Australia de la F1 2023

Frederic Vasseur, jefe de Ferrari, durante el Gran Premio de Australia de la F1 2023

AFP7 / Europa Press

Los rumores dentro del paddock sugieren que la marcha del ingeniero alemán y su adjunto está vinculada a los desafíos técnicos que enfrenta Ferrari y a la falta de respaldo por parte de la dirección en sus propuestas más atrevidas, lo que sumado a los constantes movimientos de personal entre equipos ha exacerbado la sensación de fuga de talento y vacío de liderazgo técnico.

El impacto de estas bajas no es menor: Mattia Binotto ha conseguido atraer a Zimmermann y Schmidt para reforzar el departamento técnico de una marca alemana que busca acortar distancias en el desarrollo de motores en vísperas de la nueva reglamentación.

Fernando Alonso, Adrian Newey y Lawrence Stroll, en la presentación del ingeniero con Aston Martin

La situación en Ferrari parece aún más preocupante si se considera que la fecha límite de la FIA es inamovible y que buena parte de los recursos y la experiencia acumulada por el dúo técnico abandonará Maranello en el momento de mayor fragilidad de la estructura.

El proyecto Superfast y los avances exclusivos en el área de combustión interna corren el riesgo de quedar estancados o incluso revertidos, perdiendo ventaja frente a contendientes como Mercedes y la propia Audi.

Un futuro incierto

Aunque la reacción oficial de Ferrari ha sido restar dramatismo al asunto y señalar la llegada de refuerzos desde Alpine y Mercedes, así como la promoción interna de Enrico Gualtieri y Davide Mazzoni, la realidad es que será muy complicado reemplazar una visión técnica tan única como la de Zimmermann y tan metódica como la de Schmidt en tan poco tiempo.

Mientras tanto, las especulaciones aumentan sobre posibles nuevas salidas, especialmente en el departamento de aerodinámica, lo que incrementa el riesgo de que la unidad de potencia de Maranello se vea perjudicada en el cambio de reglamento que se inicia en 2026.

La marcha de Zimmermann y Schmidt es el síntoma de una crisis interna que, si no se gestiona con rapidez y eficiencia, podría traducirse en años de frustraciones y oportunidades perdidas en la Fórmula 1.