La Vuelta Ciclista a España, la cita que comparte con el Tour de Francia y el Giro de Italia el circuito de competición profesional más jugoso a nivel mundial, se cargó este año de interferencias políticas por numerosas protestas contra la masacre en Gaza y en contra de la participación del equipo de Israel.

Una marea de banderas palestinas y diversos altercados con algunos manifestantes que intentaron interrumpir el paso de los ciclistas en algunas etapas del recorrido marcan esta edición 2025 de la carrera en bici que se vio alterada a su paso por Galicia, por Asturias, por Cantabria, por Navarra y por el País Vasco.

En Bilbao, la etapa se suspendió antes de la llegada a la meta y a su paso por Valladolid, en Castilla y León, el recorrido original, previsto en 27,2 kilómetros, se redujo a 12,2 para evitar incidentes y posibles traspiés para los competidores. Como ocurrió en la etapa número 15 del circuito, en Lugo, cuando la intencional intromisión de un manifestante provocó la caída de dos ciclistas.

La Vuelta ciclista a España, a su paso por Rueda, en la provincia de Valladolid. Foto: EFELa Vuelta ciclista a España, a su paso por Rueda, en la provincia de Valladolid. Foto: EFE

Las protestas en contra de la presencia del equipo Israel Premier Tech coinciden con el áspero cruce diplomático que el gobierno de Pedro Sánchez está manteniendo en estos días con Israel, sobre todo desde que España anunció sanciones al gobierno de Benjamin Netanyahu para presionarlo a que deje de atacar Gaza.

Este lunes, Sánchez comunicó, en una declaración institucional, que España prohibirá la compra y venta de armas a Israel y que, entre otras medidas, cerrará su espacio aéreo y sus puertos a quienes pretendan atravesarlo o hacer escala para enviar logística o armamento al gobierno de Netanyahu.

“Una cosa es proteger a tu país y otra muy distinta, bombardear hospitales y matar de hambre a niños inocentes”, dijo Sánchez, que el año pasado reconoció al Estado de Palestina, condenó los ataques de Hamas a Israel y es partidario de la solución de los dos estados.

“Esto no es defenderse. No es ni siquiera atacar; es exterminar a un pueblo indefenso y quebrantar todas las leyes del derecho internacional”, subrayó el presidente español.

En respuesta, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gideon Sa’ar acusó al gobierno de Sánchez de “antisemita”.

En las últimas horas, desde la oficina del primer ministro Netanyahu insistieron: “(El anuncio de España) es una amenaza genocida flagrante contra el único Estado judío del mundo”.

Este viernes, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, convocó a la encargada de negocios de la embajada de Israel en España –Netanyahu llamó a consultas a su representante diplomática cuando Sánchez reconoció a Palestina y todavía no regresó a Madrid- “para rechazar tajantemente las falsas y calumniosas declaraciones de la oficina del primer ministro de Israel”.

Banderas palestinas al paso de los ciclistas de la Vuelta de España en Bilbao, este miércoles. Foto: AP Banderas palestinas al paso de los ciclistas de la Vuelta de España en Bilbao, este miércoles. Foto: AP

El equipo de Israel, sin nombre en el traje

El equipo Israel Premier-Tech optó por quitar el nombre del país de sus trajes. Aseguran que son “un equipo ciclista privado que no recibe financiación de ninguna organización gubernamental”.

Su dueño es el empresario millonario Sylvan Adams, hijo de un sobreviviente del Holocausto. Adams, muy cercano a Netanyahu, es el presidente del Consejo Judío Mundial y se define como “embajador autoproclamado del Estado de Israel”.

El mismo Netanyahu felicitó al equipo en sus redes sociales, por “no ceder ante el odio y la intimidación”.

“Hacéis que Israel se sienta orgulloso”, subrayó.

Madrid blindada

Durante el fin de semana, Madrid será la escenografía de las dos etapas finales de lo que los fans del ciclismo conocen como La Vuelta. El sábado, los equipos que participan en la competición recorrerán 159 kilómetros por las sierras de Guadarrama. El domingo, los 101 kilómetros finales culminarán en la Plaza de Cibeles.

Este viernes, desde temprano, el centro de la capital comenzó a vallarse.

Habrá más seguridad que en la última cumbre de la OTAN, que se celebró en Madrid en 2022: más de 1.500 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil controlarán que las 15 manifestaciones pro-palestinas convocadas no obstaculicen la carrera.

“Se está atentando contra la vida de estos ciclistas. Contra la vida de todos. Se está acabando con la libertad de ser deportista y la libertad de ser aficionado”, dijo este viernes la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, contraria a las sanciones a Israel que anunció Pedro Sánchez.

“Porque este fin de semana, mucha gente querría celebrar La Vuelta ciclista a su paso por la capital y van a tener que sentir miedo -señaló Díaz Ayuso-. Están intentando destrozar la imagen de España ante el mundo.”

La Audiencia Nacional rechazó este viernes investigar a los promotores de las protestas. Vox y otras asociaciones habían presentado denuncias por delitos de odio.

El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, se enfrenta al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, por la guerra en Gaza. Foto: EFE  El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, se enfrenta al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, por la guerra en Gaza. Foto: EFE

¿Expulsión?

“El deporte, y el ciclismo en particular, tiene la vocación de acercar y superar las barreras entre los pueblos y no debe en ningún caso ser instrumentalizado”, expresó la Unión Ciclista Internacional (UCI) , que rige la actividad de este deporte.

La institución hizo hincapié en su “compromiso con la neutralidad política, la independencia y la autonomía del deporte, de conformidad con los principios fundacionales del Movimiento Olímpico”.

“Entiendo las protestas, son totalmente comprensibles y deben estar”, dijo el director técnico de La Vuelta, Kiko García. Pero aclaró que no puede descalificar al equipo israelí sin la aprobación de la UCI.

Desde el gobierno, sin embargo, el canciller Albares y la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría se manifestaron a favor de que el equipo israelí sea expulsado de la competición.

“España no puede seguir teniendo una relación de normalidad con Israel como si nada ocurriera”, dijo Albares.

Admitió que la decisión no está en manos del gobierno de España sino que es potestad de la UCI, pero enfatizó que la sociedad israelí “tiene que comprender que Europa e Israel sólo se pueden relacionar, como dice el artículo 2 del Consejo de Asociación entre la Unión Europea e Israel, cuando se respetan los derechos humanos”.

Mirada selectiva

Consultado por Clarín, el experto en diplomacia deportiva Carlos Pulleiro señala la incongruencia en la actitud institucional frente a la participación del equipo israelí en La Vuelta.

“El propio deporte vive de la propia organización política internacional: para participar en eventos deportivos internacionales necesitáss el pasaporte de un Estado -dice Pulleiro-. La UCI, que es la que decide qué equipos participan y quiénes no, emitió un comunicado diciendo que el deporte es completamente neutral y que no tiene motivos para expulsar al equipo israelí. Pero, sin embargo, con la guerra en Ucrania, en dos o tres días desde la invasión militar terrestre rusa, hizo un comunicado hablando de vulneración del derecho internacional y que el gobierno ruso debería entrar en términos de paz. Entonces, ¿es una cuestión selectiva?”

Para Pulleiro, que enseña e investiga en la Universidad Tongji, en Shanghai (China), la presión que en estos días ejerce la sociedad civil española en contra del equipo ciclista israelí está motivada en que “no ha habido una respuesta institucional ni deportiva ni política”.

“A nivel académico, aquí hay dos cuestiones -aclara-. Si consideramos a las organizaciones deportivas como entes totalmente independientes y soberanos en su toma de decisiones, o si las vemos como un medio para defender intereses de los países o de los gobiernos.”

“Si las vemos como lo primero, podemos decir que en el caso de Rusia primó el respeto a los derechos humanos y la vulneración de la carta olímpica, la paz olímpica y todo esto. Pero si lo vemos como lo segundo, que es donde yo me encajo, al final se trata de un equilibrio o un desequilibrio de intereses gubernamentales”, argumenta.

“Hay ciertas cosas que deberían haber ido primero antes que sacar la carta deportiva. Primero está la condena del genocidio, tal vez expulsar al embajador israelí -enumera Pulleiro-. Pero sacamos la carta deportiva y nos ganamos ahí un poco el apoyo de la sociedad española y el costo que tiene en relación a Israel en este sentido es poco.”