La sepsis requiere tratamiento hospitalario. iStock
Este cuadro puede ser ocasionado por infecciones frecuentes y se calcula que en España causa 17.000 muertes anuales
13 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.
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Salud, bienestar y nutrición
Este sábado 13 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Sepsis, un cuadro grave que requiere atención urgente y una de las causas de muerte más frecuentes en todo el mundo. Provoca once millones de fallecimientos anuales a nivel mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del año 2024. Se trata de una complicación que puede ocurrir al contraer infecciones prevalentes. En España, los diagnósticos de sepsis han aumentado un 60 % entre el 2016 y el 2022, según un informe de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc). Cada año fallecen 17.000 personas a causa de la sepsis, una cifra más alta que la de pacientes que mueren anualmente de cáncer de mama o colon.
Pero pese a su elevada prevalencia y a su gravedad, la sepsis sigue siendo un problema de salud poco conocido. «Produce fallo de órganos y eso pone en riesgo la supervivencia del paciente. Es muy importante de cara al pronóstico la identificación lo antes posible del problema. Cuanto antes se comienza el tratamiento, más probabilidades de éxito vamos a tener y menor riesgo de mortalidad», explica en este artículo el doctor Juan González del Castillo, coordinador del Grupo de infecciones en urgencias de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes).
¿Qué es el shock séptico?
Cuando la sepsis afecta al funcionamiento de los órganos, se produce un shock séptico. En estos casos, puede haber «un fracaso en órganos principales como el riñón o el corazón», detalla el doctor Juan Carlos Montalvá, de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Cuando se desarrolla el shock séptico, muchas veces, el tratamiento con antibióticos resulta insuficiente, ya que se ha perdido esa funcionalidad orgánica y no hay un flujo sanguíneo adecuado hacia los órganos vitales. Esto es lo que desencadena, hasta en un 30 % de los pacientes, la muerte. Sin embargo, el doctor Borja Suberviola, médico intensivista y coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas y Sepsis de la Semicyuc, asegura que el shock séptico «es un cuadro grave pero tratable y, en la mayor parte de casos, recuperable. Se requiere para ello de una identificación rápida y un tratamiento adecuado y completo».
Día Mundial de la Sepsis: «Cualquier infección tiene riesgo de convertirse en sepsis»
¿Por qué la sepsis tiene una mortalidad elevada?
El doctor Suberviola explica que la mortalidad en la sepsis se debe a la suma de varios factores. Entre ellos, destaca «las características del paciente, las del microorganismo que ha provocado la infección, el estado de gravedad que presente el individuo antes de recibir atención y la adecuación y precocidad del tratamiento que reciba». La suma de todos estos elementos permite comprender la vulnerabilidad de una persona ante el desarrollo de este cuadro.
¿Cualquier persona puede sufrir una sepsis?
Todas las personas han padecido diferentes infecciones a lo largo de la vida, pero ¿qué determina que estas puedan derivar en una sepsis? El doctor Suberviola apunta que «existen factores que facilitan su aparición y que el paciente sufra cuadros de mayor gravedad. La edad, la existencia de enfermedades previas, especialmente aquellas que alteran el sistema inmunitario, el haberse sometido a procedimientos o intervenciones agresivas o estar recibiendo tratamientos inmunosupresores son elementos facilitadores». Las personas mayores de 65 años, aquellas con enfermedad renal o diabetes, las mujeres embarazadas y los niños menores de un año son algunos de los principales grupos de riesgo.
¿Cómo se diagnostica la sepsis?
Uno de los motivos por los que es difícil detectar un caso de sepsis de manera rápida es que sus síntomas son muy variables. «No son síntomas fácilmente reconocibles como los del ictus o el infarto y esto provoca que, en ocasiones, su diagnóstico se retrase, provocando el empeoramiento del paciente y su pronóstico», señala Suberviola.
Para realizar el diagnóstico, los médicos suelen pedir una serie de pruebas para tratar de identificar la infección oculta. Las analíticas de sangre son las más frecuentes, ya que periten determinar signos de la sepsis como un funcionamiento anómalo del hígado o de los riñones, una menor oxigenación de los tejidos o desequilibrios de electrolitos.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas principales de una sepsis, además de una fiebre que no desaparece, tienen que ver con alteraciones en el corazón y el sistema respiratorio. «Una respiración y una frecuencia cardíaca un poco más rápida, dificultad para respirar, confusión, desorientación, dolor, flojera mayor de lo normal, fiebre, escalofríos, una distermia intensa con una piel sudorosa. Todo eso puede asociarse a una disminución de las defensas», indica Montalvá.
Además de estas señales, la sepsis puede causar uno o más de estos síntomas:
- Respiración y frecuencia cardíaca rápida
- Dificultad para respirar
- Confusión o desorientación
- Dolor o molestia extrema
- Fiebre, escalofríos o sensación de mucho frío
- Piel húmeda o sudorosa
¿Cómo funciona el código sepsis?
La sepsis es una enfermedad tiempo sensible, lo que quiere decir que el diagnóstico tiene que hacerse de forma rápida y oportuna para impedir que la infección vaya a más y el fallo orgánico sea mayor. Para facilitar ese diagnóstico temprano, existen protocolos de atención a este cuadro en los servicios sanitarios de las distintas comunidades autónomas que se denominan Código sepsis.
Este código se sustenta en un plan de atención a la sepsis que protocoliza la actuación clínica, ordena y normaliza los procesos, y en el que el tiempo marca de forma decisiva la actuación médica. Las características de la sepsis, con síntomas y signos menos específicos que otras patologías tiempo dependientes, y tratándose de síntomas que además suelen ser más dispersos en el tiempo, dificulta el diagnóstico temprano, que permite un tratamiento más eficaz y puede salvar vidas.
¿Se puede contraer sepsis fuera del hospital?
La sepsis es consecuencia de una infección, por lo que el riesgo de desarrollarla puede aumentar en contextos en los que haya unas probabilidades mayores de contraer infecciones. En este sentido, Suberviola explica que «existen infecciones comunitarias, que se contraen fuera del hospital, y otras que son hospitalarias. Por eso hay sepsis en ambos ámbitos. Lo que distingue unas y otras suele ser el microorganismo que provoca la infección».
Por otra parte, señala que un individuo que se encuentra hospitalizado, «al tener un problema de salud que provoca que esté ingresado, pueda ser un paciente más frágil y, por ello, susceptible a presentar la sepsis. Sin embargo, el diagnóstico y el tratamiento de la sepsis no varía significativamente en ambos casos».
¿Cuál es el tratamiento?
Iniciar la intervención de manera rápida es clave para el pronóstico de la sepsis. Lo fundamental es iniciar lo antes posible un tratamiento antibiótico, si es posible en la primera hora o las primeras tres horas. Luego, hay un tratamiento de soporte hemodinámico para mejorar la perfusión (o irrigación) de los órganos, bien con drogas, o con sueroterapia. Además, hay que extraer los cultivos lo antes posible y controlar el foco infeccioso. Hay pacientes que requieren un drenaje del focos, si hay un absceso, por ejemplo, cuanto antes se drene, mejor. Y luego, específicamente, para el daño de órgano, hay otros tratamientos», detalla González.
En casos graves, es posible que algunos pacientes necesiten diálisis renal o un tubo de respiración. Algunas personas necesitan cirugía para eliminar el tejido dañado por la infección.
¿Hay bacterias resistentes al tratamiento?
La resistencia bacteriana a los antibióticos es un problema que ha incrementado en los últimos años y que preocupa especialmente en el ámbito hospitalario. Sin embargo, el doctor Suberviola asegura que «esto no quiere decir que las infecciones provocadas por estas bacterias sean intratables, sino que estos casos hay que identificarlos lo más rápidamente posible para poder emplear otros antibióticos que sí sean efectivos».
¿Se puede prevenir la sepsis?
Para evitar el desarrollo de una sepsis, es fundamental actuar rápidamente ante cualquier sospecha de infección, en particular, ante la presencia de una temperatura corporal elevada que no desciende. «Cualquier infección que se asocie a fiebre durante más de 24 horas tiene riesgo de convertirse en una sepsis. Por lo tanto, en cuanto una persona tiene un cuadro catarral, vírico, o una sensación de molestia urinaria o complicaciones, sudoración o febrícula, que no se espere a ver qué pasa. Vale la pena que en 24 o 48 horas visite a su médico de cabecera. Que se acerque al hospital y lo valoren es la mejor forma de prevenir la sepsis. Sobre todo, si ya tienes establecidos problemas renales o cardiovascular», indica Montalvá.
Laura Inés Miyara
Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.
Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.
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