Los Fighting Nerds eran el grupo de moda en la UFC. Se presentaban como un equipo de peleadores brasileños revolucionarios, invictos en la compañía, que se daban un baño de masas cada vez que se atendían a algún evento de la empresa. Carlos Prates fue el primero en caer, y Caio Borralho y Mauricio Ruffy le siguieron la semana pasada, ambos en la misma cartelera. Jean Silva es el único que queda con vida. El brasileño se enfrentará a Diego Lopes en la Noche UFC la madrugada del sábado al domingo (00:00 horas, MAX) en San Antonio, Estados Unidos.
Una estética llamativa, con gafas de “friki”, y un carisma por las nubes. Los Fighting Nerds lo tenían todo para ser la nueva sensación de la UFC. Y lo fueron durante unos meses, en un ascenso increíble, llegando a acumular, entre los cuatro, 17 victorias y ninguna derrota. Prates fue el primero que sumó una derrota al casillero de los brasileños. En abril, cayó por decisión unánime ante Ian Machado Garry. No era un oponente nada fácil, pero era clave para el ascenso de Carlos en la compañía.
Prates se reencontró con la victoria el mes pasado. Con un codazo giratorio en el primer asalto, volvió a la senda del triunfo al noquear salvajemente a Geoff Neal. Un regreso a lo grande, sin duda. Además, es muy popular porque no se esconde para fumar, algo que es un tema tabú en los deportistas. Llega a consumir hasta tres paquetes de tabaco cuando sale de fiesta, o 15 cigarrillos un día normal.
Parecía que Prates había enmendado el traspié de los Fighting Nerds, pero dos de sus compañeros le siguieron después. El UFC París iba a ser el golpe en la mesa para continuar con el ascenso, pero fue todo lo contrario. Ruffy fue sometido en el segundo asalto por Benoit Saint-Denis y, en el estelar, Borralho cayó por decisión unánime ante Nassourdine Imavov. Esa era la oportunidad de oro del brasileño, que no tuvo su mejor noche, para conseguir postularse como contendiente para pelear por el título del peso medio de Khamzat Chimaev.
Silva, el último huevo de oro
Silva es el único del equipo que mantiene su récord invicto dentro de la compañía. Además, ninguna de sus peleas ha llegado a los puntos y solo una lo ha hecho hasta el tercer asalto. En su último pleito, sometió a Bryce Mitchell, uno de los rivales a los que también sometió Ilia Topuria, en el segundo asalto. Las esperanzas están puestas en él.
Su oponente para batir, Diego Lopes. Su compatriota, aunque también se siente mexicano, fue contendiente del peso pluma. Se enfrentó a Alexander Volkanovski a principio de año por el título que dejó vacante Topuria, y cayó a los puntos. Quiere otro gran triunfo para volver a pelear por el cinturón. Un triunfo esta noche, podría abrirles la puerta a ambos a luchar por el trono del australiano.
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