Golpetazo encima de la mesa. Eso es lo que ha dado el Trasmapi HC Eivissa en su debut liguero ante el Club Balonmano Soria, que poco o nada pudo hacer ante el vendaval ofensivo propuesto por los hombres de Geno Tilves, que se llevaron la primera victoria de tierras castellanas por 27-39.

El partido comenzó con ambas defensas imponiéndose a los ataques y con ambos equipos en sequía goleadora, tanto es así que no consiguieron inaugurar el marcador hasta el minuto cuatro. A los ibicencos les costó entrar en el choque y comenzaron fríos frente a un rival que empezó metiendo una marcha más e intentando escaparse en el luminoso.

Los pupilos de Geno Tilves se asentaron en el partido y encontraron la manera de hacer sangre con su rival por medio del contragolpe, gracias al que anotaron tres goles seguidos en lo que fue toda una declaración de intenciones. Los sorianos eran incapaces de parar las rápidas transiciones de los visitantes, que consiguieron romper el partido y abrir brecha en el marcador a los 22 minutos de juego (10-15), lo que obligó al técnico local a pedir el primer tiempo muerto, consciente de que el triunfo se le escapaba y de que su equipo era incapaz de parar el endiablado ataque ibicenco, que puso a los insulares ocho arriba para el paso por vestuarios (13-21), dejando el encuentro visto para sentencia.

Gran gestión de la ventaja

Lejos de relajarse, los pitiusos salieron con mucha intensidad en el segundo tiempo frente a un Balonmano Soria que trató por todos medios de acercarse en el marcador. Pero la diferencia goleadora era una enorme losa en la espalda de los jugadores locales, que intentaron atacar rápido a pesar de tener mucho tiempo por delante.

Los sorianos apretaron los dientes atrás y consiguieron reducir la desventaja a siete goles (21-28, min. 42), pero, lejos de ponerse nervioso, el Trasmapi supo contemporizar y meter cloroformo al partido, sostenidos de nuevo por Jorge Broto, que estuvo sensacional cuando su equipo lo necesitaba y que se encargó de dilapidar todas las esperanzas locales de remontada.

En el ecuador del segundo acto, el Trasmapi conservó una ventaja de nueve goles (22-31), superando la treintena a falta de 15 minutos por disputar, lo que habló del buen hacer ofensivo del equipo, que se mostró como un vendaval imparable en ataque para los hombres de Oriol Castellarnau, que no dio con la tecla para poder parar los ataques en estático del HC Eivissa.

El encuentro se encendió a falta de ocho minutos con una agresiva falta de Franco Gavidia, que fue retirado al banquillo y recriminado por el técnico local. El público la tomó con el jugador argentino, que vio la tarjeta amarilla por su acción. Geno Tilves pidió tiempo muerto para que sus jugadores no se desconcentrasen, ya que tenían en el partido en el bolsillo gracias a su renta de nueve goles.

Los ibicencos no se pusieron nerviosos y supieron cerrar la primera victoria del año en un partido en el que dejaron grandes sensaciones, sobre todo en ataque, ante un rival que solo les aguantó el ritmo durante los primeros 15 minutos.