Iván Orio

Sábado, 13 de septiembre 2025, 19:45

Jon Rahm esprintó en el tramo final en la tercera jornada del BMW PGA Championship de Wentworth, a 35 kilómetros de Londres, pero fue un despertar tardío que sólo sirvió para escalar algunas posiciones en la clasificación, porque en realidad el menos tres de ayer, menos siete en el cómputo global del torneo, le deja todavía muy lejos de la cabeza y con numerosos rivales por delante desde la zona media a la noble para la jornada decisiva. El vizcaíno se había movido en el alambre durante el espectacular recorrido inglés y su pasaporte renqueaba hasta que encadenó tres birdies en los hoyos 16, 17 y 18 que le permitieron darle lustre y mantenerse en el balcón de los que quieren acabar arriba en la previa a la Ryder Cup de Nueva York el último fin de semana de mes. Colideran la cita londinense el sueco Alex Noren y el francés Adrien Saddier con menos quince.

Apostó el de Barrika por un golf más académico después de que la víspera los hierros le jugaran una mala pasada y el punto de mira estuviera desviado, con la mayoría de los tiros a green demasiado largos y obligado por tanto a inventar una recuperación tras otra para salvar los muebles. Se notó que había calibrado las herramientas porque se mostró más certero en la búsqueda de las banderas, pero no con la precisión necesaria para dejarse buenas oportunidades de conquistarlas. El bogey en el par 3 del hoyo 2 no auguraba nada bueno, pero se repuso con rapidez y firmó un birdie en el par 5 del cuatro que dejaban las cosas como estaban.

Otro obstáculo

Rahm entró después en un período en el que no amenazaba con enlazar premios en las banderas pero tampoco sufría. Transitaba con soltura por Wentwoerth y solventó con suficiencia cuatro hoyos consecutivos hasta que de repente volvió a chocar con el campo en el 9, donde cayó otro bogey. No hizo mella este fallo en el ánimo de Rahm, que se puso el mono de trabajo y se conjuró para ganar puestos en el segundo tramo del trayecto, muy favorable a sus intereses al haber tres largos pares cinco que se amoldan como un guante al golf del bicampeón del LIV, que apura su juego y estado de forma para llegar en plentitud al enfrentamiento contra Estados Unidos en la Rider.

El paisaje se despejó y el ganador de la chaqueta verde y el US Open aprovechó sus oportunidades. Canjeó por birdies los mencionados tres pares cinco –hizo pleno porque también se había hecho con la bandera del hoyo 4– y obtuvo también premio en el par 4 del 15. Y es que en este sector final del recorrido encontró con facilidad las calles desde los tees de salida, lo que facilitó sobremanera su intento de remontada. Este domingo tendrá que exprimirse al máximo si quiere apuntar más alto en el torneo.

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