¿Quién mató a Antonio Otero Toraño? A dar con la respuesta se enfrentan los agentes de la Guardia Civil al cargo de las … pesquisas del crimen, bajo la supervisión del Juzgado Único de Cangas de Onís. Para tirar del hilo los investigadores recurrieron a un dron para sobrevolar la casa del suceso y los alrededores, al objeto de localizar el arma con la que mataron al ganadero de Ribadesella. Por el momento y según las fuentes consultadas no habría sido encontrada.

Los agentes también revisan las cámaras más próximas a la zona, para analizar los movimientos de vehículos y personas que puedan encajar con el relato de hechos que han realizado la esposa del fallecido y la cuñada. Parte del trabajo policial incluye solicitar los datos de telefonía de la zona.

Clave en el caso Ardines

En la investigación del crimen de Javier Ardines ese apoyo de la tecnología resultó fundamental. Los guardias que llevaron aquel caso solicitaron a las operadores que conservaran los datos de posicionamiento de los teléfonos móviles que pudieron conectarse con la antena más próxima al lugar de los hechos, dentro del horario en el que se calculó fue cometido el asesinato del concejal. De la revisión de la nube de datos se pudo dar con una pista que fue condiciendo a aquellos sicarios llegados desde el País Vasco para ejecutar el encargo y huir.

Entre las dudas que ahora hay que desentrañar está aclarar en qué punto exacto se mató al ganadero. El cadáver fue encontrado en la puerta del domicilio, pero los agentes consideran que el crimen se debió cometer en el interior del mismo.

Entre las piezas del puzzle está el informe del Instituto de Medicina Legal tras practicar la autopsia al cuerpo. Según informó Tpa, la inspección de los especialistas ha confirmado que Otero Toraño habría recibido múltiples golpes en la cabeza, con signos de extrema violencia. Uno de los golpes habría sido en un lateral del cráneo, y se presume que fue el que a la postre le causó la parada cardiaca fatal.

Los agentes del Servicio de Criminalística revisaron el viernes durante ocho horas la vivienda, fotografiando y recopilando todo posible material del que extraer huellas.