La última etapa de La Vuelta llega a un Madrid blindado ante la previsión de varias concentraciones a favor de Gaza y contra la participación del equipo Israel Premier Tech mientras continúan los ataques a la población palestina.
Cientos de banderas palestinas hondean las calles del centro de la ciudad antes de la llegada de La Vuelta. Como prevención se ha instalado un dispositivo de seguridad que llega a ser más amplio que durante la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid, dotado de 1.100 agentes de la Policía Nacional, para evitar que haya incidentes como los de este sábado, cuando un grupo de manifestantes entorpecieron la vigésima y penúltima etapa con una sentada a los 18 kilómetros de meta.
Partidos políticos como Más Madrid y Unidas Podemos han alentado a la interrupción de la celebración de este evento deportivo en protesta por el pueblo palestino. Este mismo domingo, cuando se está disputando la última etapa, la organización se ha visto obligada a cambiar el recorrido del pelotón para garantizar la seguridad de los ciclistas ante la previsión de protestas.
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