La bilbaína Ana Fernández Villaverde, conocida artísticamente como La Bien Querida, clausuró ayer con su concierto en la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes la sexta edición del Festival Sonidos en la Naturaleza, que organiza la Diputación Provincial de Huesca.
En el escenario instalado delante del monasterio, La Bien Querida interpretó temas de su último disco, LBQ, un trabajo en el que, como hizo anoche en Los Monegros, se muestra auténtica y despojada de sonidos con los que ha experimentado en los últimos trabajos.
Travis Bird.S. E.
Indie en la manufactura, La Bien Querida canta al amor y a los estados de ánimo, y ayer lo hizo con esa voz que se abrió hueco hace quince años y sigue construyendo una memoria a la que regresar.
Pero La Bien Querida no fue la única protagonista anoche en el último concierto del SoNna Huesca. Antes que ella ocupó las tablas Travis Birds, que con una voz inconfundible y con capacidad para transmitir emociones profundas a través de su música, presentó su último trabajo discográfico, Perro deseo.
Más transgresora y afilada, Travis mostró ese nuevo universo sonoro que se refleja en sus creaciones musicales.
Tras dos meses largos de certamen itinerante en los que el VI SoNna Huesca ha recorrido las diez comarcas altoaragonesas para ofrecer 25 espectáculos de pequeño formato en espacios naturales y patrimoniales, el festival bajó ayer el telón.
Desde que el pasado 5 de julio, los Sonidos en la Naturaleza echaran a andar en el espacio Vicente Baldellou de Alquézar, con el recital de Idoipe y María Rodés, la sexta edición del festival SoNna, ha visitado veinticinco espacios naturales o patrimoniales en otros tantos municipios de la provincia en algo más de dos meses de verano. Este viaje por el Alto Aragón llegó ayer a su fin con Travis Birds y La Bien Querida, a las que precedió Goran Bregovic el viernes, sin duda uno de los nombres más destacados de esta sexta edición. l D. A.