El negocio de la lotería en España no es tan lucrativo como muchos imaginan. Así lo explica José Pastor, propietario de una administración en Palma, en una entrevista realizada en YouTube por el creador de contenido Adrián G. Martín, en la que desgrana con cifras lo que realmente se gana en este sector, los costes para abrir un local y las dificultades de mantenerlo a flote.
«De cada boleto de Navidad que cuesta 20 euros, el lotero solo ingresa 90 céntimos. El resto, 19,10 euros, va directamente al Estado«, señala Pastor. Una proporción que, según dice, desmonta la percepción de que las administraciones se enriquecen con cada décimo vendido.
El sistema de facturación, además, genera confusión. Cuando se habla de facturación en este sector no se hace referencia al volumen de ventas de boletos, sino a las comisiones que recibe la administración, aclara. Ese matiz cambia por completo la imagen que se tiene del negocio. Según sus cálculos, una administración pequeña puede rondar los 90.000 euros al año y si tienes dos trabajadores puedes llegar a 140.000.
Por otro lado, las comisiones varían en función del tipo de juego: en Euromillones, por ejemplo, el porcentaje es del 5,5%, lo que equivale a unos 10 céntimos por boleto. En el sorteo de Navidad, la comisión se reduce al 4,5%. «Estamos luchando para que nos las suban, porque llevaban 17 años congeladas y solo nos aumentaron un 0,25 hace un par de años. Es inviable mantener un negocio con estos márgenes», lamenta Pastor.
Más allá de los márgenes, el principal obstáculo está en los requisitos de entrada, pues la normativa obliga a cumplir condiciones muy estrictas. Se necesitan al menos 50.000 euros de inversión inicial y cumplir una serie de requisitos: no tener antecedentes penales, residir en España y tener un local con nivel de seguridad 3, que es el máximo. Eso implica cristales blindados, cámaras de vigilancia y alarmas certificadas, detalla el lotero.
A estos gastos se suma el precio de mercado de las licencias y los traspasos. Pastor calcula que el coste de adquirir una administración se sitúa en torno al 20% de su facturación anual. Y aquí llega la pregunta inevitable: ¿realmente compensa montar una administración de loterías? Pastor lo tiene claro: «Si no tienes el local en propiedad, con todos los gastos actuales es prácticamente inviable».
Reconoce que el modelo más viable son los puntos de venta mixtos, aquellos bares, estancos o papelerías que ofrecen lotería como un servicio complementario. «Ellos cobran lo mismo que nosotros por cada boleto, pero cuentan con ingresos paralelos que les permiten sobrevivir. Nosotros dependemos exclusivamente de las comisiones», apunta.
El margen es tan ajustado que ni siquiera los grandes premios repercuten en beneficio directo para el vendedor. «Las administraciones no ganan nada por dar un premio grande. Ni un euro de comisión extra. Solo te queda la satisfacción de haberlo vendido y la publicidad que atrae a nuevos clientes», explica Pastor.
El coste de las licencias es otro factor que hace de la lotería un negocio poco accesible. «La licencia te puede costar 450.000 euros«, asegura Pastor, que insiste en que estas cifras hacen casi imposible entrar en el sector para alguien que no disponga de un gran capital previo o un local propio.