España al menos ha salvado el primer ‘match ball’, nunca mejor dicho tratándose del deporte de la raqueta. La pareja formada por Jaume Munar y … Pedro Martínez remontó ante August Holmgren y Johannes Ingildsen, por 1-6, 6-3 y 6-2, en 1 hora y 44 minutos, de forma que sumó el primer punto de la eliminatoria que se está disputando este fin de semana en Puente Romano en arcilla, de clasificación para la Final a 8 de Bolonia (del 18 al 23 de noviembre).
Salvado este primer escollo, la serie sigue igual de difícil, obligada la ‘Armada’ a sacar adelante sus dos próximos encuentros de individuales, el primero de ellos con Holger Rune (11º) en el otro lado de la pista. El capitán David Ferrer dispone de tres opciones para este cuarto partido, clave, Munar, Pedro Martínez o el inédito de monento Roberto Carballés.
Pedro Martínez comenta una instrucción de juego a Jaume Munar.
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El duelo de dobles llevó a pensar en lo peor, porque el arranque de los daneses fue muy explosivo. En 27 minutos ventilaron una primera manga en la que los españoles no sacaron adelante ni un solo juego al saque. Dominaron los nórdicos en todas las facetas, voleando, encontrando espacios desde el fondo y hasta cerrando con un ‘ace’.
Munar y Martínez, pareja de dobles desde la base y a día de hoy aún en el circuito, pero pocas veces, lo que lo permite en el calendario, ya sacaron adelante en Suiza en ‘indoor’ el punto de dobles, y se fueron al vestuario a meditar, junto a Ferrer y su nuevo asesor en la especialista, Marc López.
Los españoles le dieron otra intensidad al segundo set, manteniendo siempre el saque y presionando sobre el flanco débil un Ingildsen sobre el que llegaban todos los ‘breaks’. Con cerca de una decena de compañeros distintos en el ATP Challenguer Tour, incluido el propio Holmgren, fue perdiendo confianza en sus golpes. Con 4-3 y a punto de cumplir la hora de partido, llegó el ansiado quiebre para España, que se anotó luego el set.
Panorámica de la pista Manolo Santana de Puente Romano, este domingo.
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Las sensaciones estaban cambiando claramente, máxime con un nuevo ‘break’ en el tercer juego del set definitivo. Del 40-0 se pasó al quiebre, con una volea de reflejos de Munar, que tiró la raqueta al suelo y se metió en la caseta de vestuario.
Los problemas no estaban en Holmgren (revelación este año en Wimbledon, donde pasó dos rondas en individuales y ganó más premio en metálico que en el resto de su carrera) y la potencia de sus golpes, sino en Ingildsen (125º del ‘ranking’ de dobles), una vez más, seguía bloqueado, y llegó un 0-40 en el 4-2 para meter la directa hacia el triunfo. Queda aún mucha desventaja por enjugar, pero la victoria puede ser un empuje cara al complicado ante Rune. Hay que recordar que desde 1999 en Lérida, ante Brasil, España no pierde una eliminatoria de casa jugada en tierra.
«De momento hemos empezado con buen pie», reconoció Munar tras los apuros iniciales. «Sabíamos que no podíamos fallar, y por eso hemos empezado algo nerviosos. Ahora es muy importante que nos apoyen», manifestó por su parte Pedro Martínez.