El Class Bàsquet Sant Antoni consiguió este domingo la primera victoria en la era de Josep Maria Berrocal como entrenador. En el primer partido oficial del curso, en el estreno de la Copa de España, los isleños superaron con muchísima autoridad al Maderas Sorlí Benicarlo, a domicilio, por 65-90 en el grupo F de la competición. Con Dani de la Rúa y Greg Gantt fuera por motivos físicos, los nuevos integrantes de la plantilla demostraron que se ha acertado de lleno con los fichajes.
Un espectáculo en el que se vieron el desparpajo de Iker Ruiz, la clase de Kai Johnson, la inteligencia de Santi Paz (el más valorado con un 22), el oficio de Solarin y Rodri Gómez, así como el imponente trabajo de Zizic y Stoilov bajo los aros. Pero en esta maravilla, fue Blat el que acabó como máximo anotador del partido con 21 puntos, gracias especialmente a su letalidad desde los 6,75 metros. Otro jugador descomunal, excelente también en la dirección de equipo.
Queda mucho por delante, pero después de tutear al Palmer de Primera FEB en el Trofeu Aon y encajar una digna derrota, llegó la primera gran alegría. Ante un rival de su misma categoría, los pitusos lo bordaron y dejaron claro que quieren ser una de las escuadras más importantes de la Segunda FEB. Que haberse quedado a las puertas del ascenso durante dos temporadas consecutivas no fue flor de un día. Es verdad que el Benicarló no tuvo su día, con unos porcentajes de tiro horribles, pero eso también se debe al buen trabajo de los sanantonienses, a pesar de ser un equipo muy renovado y que lleva poco tiempo entrenando.
Desde el inicio, el conjunto Portmany marcó territorio. Y de qué manera. Dos triples consecutivos de Blat y un 2+1 de Stoilov (con mate incluido) fueron la carta de presentación de los isleños, que lo siguieron bordando. Intensidad defensiva, dominio del rebote y acierto en el tiro fueron las claves para destrozar al bloque local. La última canasta del primer cuarto la anotó Solarin, otro de los refuerzos de relumbrón de los ibicencos, que acabaron el periodo 13-30.
El show continuó en el segundo acto, con un 0-7 de salida. Stoilov comenzó anotando un libre y Blat, descomunal, otros dos triples para fijar el 13-37 y obligar al entrenador del Benicarló, Sergio Lamúa, a pedir tiempo muerto. Sirvió de poco porque el Class era una máquina casi perfecta. Con apenas dos semanas de entrenamientos, la mano de su nuevo entrenador ya se nota. La diferencia creció hasta los 25 puntos (21-46) y al descanso era de +26 (27-53).
En el retorno a la pista, el Benicarló tiró de orgullo, a la vez que el Sant Antoni se relajó un poco. Con un 11-2 de salida a favor de los peninsulares, el marcador se fue al 38-55. Pero un triple de Johnson y una canasta de dos de Stoilov aplacaron la primera revolución local. Sin embargo, los de Benicarló tuvieron fe y acabaron el periodo 16 abajo con un triple sobre la bocina de Pablo Harguindey (51-67). Llovía menos para ellos. Pero fue un espejismo.
Ya en el último cuarto, el Sant Antoni puso las cosas en su sitio. Se vieron los mejores minutos de Zizic, imponente en la pintura y acumulando puntos para los suyos. Pronto volvió el +20 para los isleños (53-73), que acabaron hurgando en la herida del Maderas Sorlí para terminar venciendo por un incontestable 65-90.
El próximo domingo, 21 de septiembre, el Sant Antoni visitará la cancha del Amics del Bàsquet Castelló, en la segunda jornada copera. El encuentro se disputará desde las 12 horas. Será otra buena oportunidad para ver la evolución de este ilusionante Class.